Casarse y morir a través de la pequeña pantalla
Una ex concursante del Gran Hermano británico, que padece cáncer terminal, vende las exclusivas de su boda y su agonía a un canal de televisión
La fama la persigue de forma casi macabra. Hace seis meses, Jade Goody, una británica de 27 años, recibía la noticia de que padece un cáncer de útero mientras estaba encerrada en la casa del Gran Hermano VIP indio, de la que tuvo que salir repentinamente para recibir inmediato tratamiento.
Este miércoles, tras varias sesiones de quimioterapia, Goody, que se hizo conocida tras participar en el reality británico en 2002, no ha logrado superar la enfermedad y, cada vez más famosa en su país, la joven madre de dos hijos ha decidido vender por poco más de un millón de euros la exclusiva de sus últimos días de vida, durante los cuales cumplirá su sueño de casarse.
Su agonía en pantalla ha empezado ya. De momento ha contado que se está muriendo y que va a casarse de blanco este fin de semana. Con el dinero que recibirá por la exclusiva de la boda pretende financiar la educación de sus hijos de cinco y cuatro años, cuyos bautizos también serán cubiertos por los reporteros de una revista.
"Quiero que mis dos preciosos hijos sean bautizados, para que cuando yo me muera sepan que su mamá está en el cielo", dijo hace unos días al periódico sensacionalista Sunday Mirror. "Soy una ignorante, pero mis niños no lo serán. Tendrán la mejor educación y sabrán que es todo gracias a su mamá", agregó.
La boda con su novio Jack Tweed, de 21 años, se celebrará este fin de semana y será filmada por una cadena de televisión, que anunció que la emitirá a mediados de marzo como colofón a los episodios previos que emitirá sobre la enfermedad de Goody.
Los tabloides británicos ofrecen por estos días todos los detalles sobre el vestido de novia y el empeño de la novia, que está hospitalizada en Londres y necesita una silla de ruedas para movilizarse, debido a la debilidad con la que la han dejado las largas sesiones de quimioterapia.
La emoción del primer ministro
El caso de Jade Goody ha superado el ámbito de los famosos, hasta el punto de que el primer ministro británico, Gordon Brown, se ha referido a de su situación al ser preguntado durante una rueda de prensa convocada para hablar de la crisis económica. "Es trágico que alguien tan joven tenga esta enfermedad mortal y es muy triste que no haya tenido éxito el tratamiento que ha recibido", ha dicho Brown.
Sobre su decisión de vivir la agonía ante el ojo público, el primer ministro ha manifestado: "Creo que cada uno tiene sus propia manera de afrontar estos problemas y su decisión de ayudar a su familia mediante el dinero que cobrará es algo que tenemos que aplaudir. Les deseo lo mejor, y creo que todo el país estará preocupado por su salud".
Goody se convirtió en celebridad a raíz de ser la primera participante que mantuvo relaciones sexuales frente a las cámaras en Gran Hermano y de emplear un lenguaje racista al referirse a una compañera de encierro de origen indio.
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