Más que simples descendientes de los Beatles
En el terreno de lo inesperado, cabe destacar la interpretación de Healey de un tema sin ningún tipo de equipo de amplificación: sólo su voz y su guitarra acústica superponiéndose ambas al ruido ambiente y consiguiendo el silencio del respetable. También llamó la atención el capítulo de versiones, con unos Travis lanzados al juego, tocando All the young dudes, de su compatriota David Bowie, y el Back to hell de AC/DC, esta última como para evitar que se les acuse de ser demasiado blanditos. Coincidiendo con su mayor despliegue comercial y con el excelente trato que se les ha dispensado en nuestro país -llevan más de 40.000 copias de su último disco vendidas en España-, Travis demuestra con directos como éstos que es una banda viva, aún no atrapada en clichés de simples descendientes de los Beatles.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.