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Reportaje:

La tumba falsa de Massimo Testa

Localizado en Melilla el cadáver de un asesino italiano fugado de la Justicia hace 30 años

El italiano Massimo Testa, ex legionario, murió en Melilla en abril de 1994 a causa de una sobredosis y allí fue enterrado. Sin embargo, su verdadero nombre era Andrea Ghira, condenado por secuestro, tortura y violación de dos jóvenes en Italia y fugado de la justicia desde hace 30 años. La falsa identidad de Testa se ha descubierto gracias al cotejo de sus huellas dactilares que la rama de Interpol de la Policía italiana pidió ayer a la española, según ha explicado la Dirección General de la Policía Nacional.

Interpol-España pasó la huella la pasada madrugada a la Comisaría General de Policía Científica, que determinó que se correspondía con la necrodactilar tomada a Massimo Testa, ahora identificado como Ghira, cuando murió en 1994 por sobredosis. Testa había servido como cabo primero de la Legión en Melilla y la tumba en la que reposan sus restos se encuentra en uno de los dos patios que tiene el Tercio Gran Capitán de la Legión en esa ciudad autónoma. Ahora, la Policía ha podido saber que los restos de Testa enterrados en Melilla corresponden a Ghira, condenado por el secuestro, tortura y violación de dos jóvenes romanas, el 29 de septiembre de 1975 en un chalé de San Felice Circeo.

Ghira huyó ese mismo año de Italia, tras el arresto de los otros dos implicados en el crimen, Ginanni Guido y Angelo Izzo. Los tres fueron condenados a cadena perpetua. Ahora se ha podido reconstruir su huida. Se sabe que Ghira llegó a España a principios de los años 80 y se alistó en la Legión, de la que fue expulsado en 1993 por tenencia de estupefacientes. Un año después, murió en Melilla de una sobredosis, según ha confirmado en una rueda de prensa en Roma el responsable policial Alberto Intini. Ha agregado que, tras la identificación dactilar, la Justicia italiana tiene previsto pedir a la española un examen del ADN del cadáver de Melilla para verificar sin dudas su identidad.

La investigación sobre el paradero de este criminal se reabrió en Italia hace pocos días, tras saberse de la posible muerte de Ghira por la interceptación de una conversación telefónica de un familiar. Intini ha dicho que se profundizarán las investigaciones para determinar cuánto tiempo estuvo Ghira en España antes de alistarse en la Legión, si en todos estos años visitó alguna vez Italia o si había formado una familia. Su sepultura está pintada con cal blanca y tiene una cruz negra en la que figura su nombre falso y la fecha del 11 de abril de 1994. Además del nombre, según fuentes del cementerio, la fecha del fallecimiento tampoco es exacta, porque Ghira murió en los primeros días de abril de 1994, pero se le realizaron unas pruebas de autopsia que duraron más de una semana y que determinaron que había fallecido por una parada cardiorrespiratoria debida al consumo de estupefacientes.

Así, la fecha que está grabada en la lápida es la de su entierro y no la de su muerte. Se desconoce cuándo adoptó Ghira su falsa identidad, aunque sí se sabe que sirvió como cabo primero de la Legión en Melilla, donde la gente lo conocía como el cabo Testa y donde varios militares que tuvieron contacto con él lo recuerdan como una persona de "carácter afable". Este hombre "afable" era, en realidad, uno de los tres carniceros de Circeo, donde se encontraba el chalé en que él y otros dos jóvenes de extrema derecha violaron y torturaron a Rosaria López -19 años- y Donatella Colsanti -17-, a quienes atrajeron a la casa con la excusa de invitarlas a una fiesta.

La brutal agresión costó la vida a López, mientras Colasanti logró sobrevivir haciéndose la muerta y hoy decía no creer la noticia del hallazgo del cadáver de su agresor. La Policía logró detener enseguida a Guido e Izzo. El primero logró escapar de la cárcel para refugiarse en Argentina y fue expulsado de Panamá a Italia en 1994, mientras el segundo, que desde prisión colaboró con la Justicia en investigaciones sobre terrorismo ultraderechista, se dio a la fuga en 1993 aprovechando un permiso, aunque fue localizado días después.

La tumba del italiano Andrea Ghira, fugado de la justicia hace 30 años y enterrado en Melilla con la identidad falsa de Massimo Testa.
La tumba del italiano Andrea Ghira, fugado de la justicia hace 30 años y enterrado en Melilla con la identidad falsa de Massimo Testa.EFE
Una fotografía del joven Ghira y varios retratos robot de cómo podría ser su aspecto con el paso de los años.
Una fotografía del joven Ghira y varios retratos robot de cómo podría ser su aspecto con el paso de los años.EFE

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