El traspaso entra en la segunda fase

La delegación gubernamental del traspaso de poderes, que encabeza el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha entregado a la delegación del PP informes de seis ministerios sobre su ejecución presupuestaria que había solicitado el equipo de la portavoz popular Soraya Sáenz de Santamaría. Con la culminación del resto de los informes de los ministerios, que se terminarán mañana, concluirá la primera fase del traspaso de poderes del Gobierno socialista al del PP.

A partir de la formación del nuevo Ejecutivo, después del 20 de diciembre, se iniciará la segunda fase: el traspaso entre los ministros cesantes y salientes que el presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, ha ordenado que se extienda a los altos cargos y no se limite al trámite protocolario de los relevos ministeriales del pasado. "La ausencia de presupuesto, la gravedad de la situación económica y la implantación de una nueva cultura en los relevos gubernamentales explican el traspaso tan minucioso que se viene realizando durante estas semanas", señalan fuentes de La Moncloa.

El Ejecutivo facilita datos de la ejecución de los Presupuestos por ministerios

No solo el Gobierno, también la representación del PP, está reconociendo la positiva materialización de este traspaso de poderes, cuando está culminando su primera fase. Ya han comparecido prácticamente todos los representantes de los ministerios, a nivel de secretarios de Estado y subsecretarios, ante la delegación del PP encabezada por Sáenz de Santamaría. La media de intervenciones está siendo de una hora a hora y media por ministerio, según fuentes próximas a la comisión de traspasos.

El traspaso de poderes se ha materializado en tres paquetes. Está siendo prioritario el referente a los asuntos de trámite urgente que tienen fecha de caducidad el 31 de diciembre, con la aprobación de los nuevos presupuestos. Este paquete de temas abarca cuestiones tan sensibles como salarios mínimos, pensiones, funcionarios, adjudicaciones y contrataciones urgentes, índices con repercusión en la Administración, becas... "La representación gubernamental está ofreciendo todo tipo de detalles sobre estas materias a la del PP", señalan fuentes de la comisión de traspasos.

El segundo paquete se refiere a compromisos de ámbito internacional: cumbres y convenios internacionales que se vienen celebrando desde las elecciones. "La representación española que acude a estos compromisos lleva una posición acordada previamente por el Gobierno en funciones y el PP", señalan fuentes próximas a la comisión de traspasos. En la transición de un Gobierno a otro se han celebrado hasta nueve Consejos de Ministros sectoriales (económicos, energéticos, medioambientales...).

El tercer paquete afecta al seguimiento de los Consejos de Ministros del Gobierno en funciones. Antes de los dos celebrados tras las elecciones del 20-N (el 25 de noviembre y el 2 de diciembre), la delegación gubernamental ha trasladado a la del PP los órdenes del día y temas abordados. "Todas las decisiones que se han tomado en dichos Consejos de Ministros se han adoptado de común acuerdo", según fuentes de la comisión de traspasos. Lo mismo sucederá en el último Consejo de Ministros (16 de diciembre) previo a que Mariano Rajoy acceda a La Moncloa.

Tras las comparecencias de los altos cargos de los ministerios y una vez que la delegación del PP haya leído los informes de ejecución presupuestaria que les han sido trasladados, la delegación gubernamental ya ha adelantado que se pondrá a disposición del Partido Popular para aclarar todas las dudas que consideren oportunas.

Ya en la segunda fase, a partir del 20 de diciembre, cuando los nuevos ministros tomen posesión de sus cargos, la delegación del Gobierno saliente ha manifestado a la del PP que el traspaso de poderes se extenderá a los altos cargos de los ministerios para que "todos los temas queden claros".

Desde el primer relevo de Gobiernos de la democracia, en 1982, nunca se había llevado a cabo un traspaso de poderes como este. La razón de fondo es triple: la ausencia de presupuesto para 2012; la gravedad de la crisis económica, que requiere una mayor concreción de las cuentas y la necesidad de implantar un nuevo modelo, más transparente, de traspaso de poderes.