Las primarias apuntan a Moncloa
Tanto los dirigentes que apoyan a Trinidad Jiménez como los que respaldan a Tomás Gómez admiten que el resultado de hoy afectará al presidente
"Ya me gustaría poder opinar sobre las primarias, pero todo el mundo puede menos yo, que al parecer no puedo ni debo". Esta alusión -entre la broma y la ironía- sobre las elecciones primarias de Madrid es la última que ha dejado el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en una reunión interna de su partido. Fue el pasado lunes, en la Comisión Ejecutiva Federal. Después de siete semanas de campaña entre Trinidad Jiménez y Tomás Gómez, la opinión determinante la darán hoy los afiliados del PSOE de Madrid, que con su voto, libre y secreto, elegirán al candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones del próximo 22 de mayo.
El silencio de Zapatero durante estos casi dos meses no ha mitigado el impacto del campanazo que dio el 3 de agosto, cuando deliberadamente buscó la ocasión para dejar claro que Trinidad Jiménez y Jaime Lissavetzky eran sus candidatos para la presidencia de la Comunidad y el Ayuntamiento de la capital, respectivamente. Por tanto, el resultado "le concierne, le atañe y le afecta", según reconocen en privado numerosos dirigentes del partido que apoyan a Jiménez. Del lado de Gómez se hace la misma consideración, por mucho que ambos aspirantes se hayan esforzado en público por decir que Zapatero es el secretario general de todos. Los dos invocarán el nombre del líder del PSOE al conocer los resultados en la noche del domingo, con la intención de que su lealtad quede bien clara. En el caso de Jiménez, es evidente esa lealtad y cercanía; pero también Gómez querrá hacer partícipe a Zapatero de su triunfo, si se lo dan los militantes.
Si pierde Jiménez, el PP dirá que ni los militantes hacen caso a Zapatero
Nadie cree que una victoria de Gómez pase factura a Blanco y Rubalcaba
Esta noche, gane quien gane , los discursos de ambos candidatos serán de integración y de unidad de todos los socialistas para ganar al PP en Madrid, según adelantan en ambos equipos. Pero esos discursos conciliadores y el propósito de obviar que Zapatero se implicó en la batalla no son del todo reales.
"Si pierde Trini, la derrota afectará al presidente para mal, porque, como mínimo, el PP la utilizará contra él, con el argumento de que ni siquiera los militantes socialistas atienden sus sugerencias". En paralelo, el antizapaterismo que se ha creado en los últimos tiempos de una forma dispersa, sin estructurar y por razones muy diferentes, no dudará en azuzar con "la apuesta de Zapatero, contraria a los militantes", si gana Gómez. Pero las consecuencias, si las hay, no serán inmediatas, más allá de declaraciones críticas de ex dirigentes o ex altos cargos del PSOE. Los problemas podrían venir en función de los resultados electorales del 22 de mayo, y algo antes, cuando se elaboren las listas para la Comunidad de Madrid.
Es cierto que Zapatero, una vez que dejó clara su preferencia en público y se la comunicó a Tomás Gómez en privado, dio por cerrada su participación en la batalla de las primarias. En su entorno aseguran que no se arrepiente en absoluto de haber manifestado su opinión. "Zapatero, como líder del PSOE, considera que entra dentro de sus responsabilidades exponer qué es lo que le parece mejor para su partido, y por eso sin tapujos señaló su preferencia por Trinidad Jiménez".
Los interlocutores que dan esta explicación insisten en que con la ministra de Sanidad como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid las posibilidades de romper la mayoría absoluta del PP son reales, lo que no sucede con Tomás Gómez, por mucho que este haya crecido sustancialmente por mor de las primarias.
En efecto, Zapatero dio el aldabonazo y se retiró, pero no así personas de su máxima confianza, que conocen perfectamente el día a día de la campaña y su evolución. Son los casos del vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, y del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, también miembro de la ejecutiva federa. Leire Pajín, secretaria de Organización, ha conseguido sin embargo salir bien librada de este proceso en el que compiten dos candidatos con los que tiene una excelente relación personal.
¿Tendrá consecuencias para Blanco y Rubalcaba si pierde Jiménez? Nadie lo cree. Cuando se está en el Gobierno se tiene mucho poder, y en el PSOE no se discute a quien lo ostenta. En esta interpretación coinciden interlocutores de los dos equipos. Si gana Gómez, "todo el Gobierno y todo el partido con él, para sacar el mejor resultado", aseguran del lado de Jiménez. Gómez ha jugado la carta de presentarse como el candidato que puede movilizar mucho mejor que Jiménez a la izquierda en Madrid. La ministra, por su parte, quiere representar un espectro social mucho más amplio que, además, neutralice a los votantes que puedan dirigirse a la UPyD liderada por Rosa Díez. Así las cosas, el PP sigue con interés, aunque sin aparentarlo en exceso, el resultado de estas primarias, cuya campaña cerraron ayer con sendos actos los candidatos.
Trinidad Jiménez lo hizo recurriendo de nuevo a las encuestas. "Un partido político no puede caer en la resignación ni dar la espalda a la ciudadanía, tiene que estar muy atento a lo que los ciudadanos dicen en la calle", afirmó. Mañana necesitamos que votéis con el corazón y la cabeza, porque es la manera de empezar a ganar las elecciones", añadió.
Tomás Gómez aprovechó su última intervención para subrayar el protagonismo de los militantes, que podrán "dirimir un modelo de partido y de hacer política" en las primarias de Madrid. Los afiliados, según Gómez, decidirán hoy entre aceptar "la decisión tomada en un despacho o asumir las riendas de su destino", informan Pilar Álvarez y Jesús S. González.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.