Los peritos detectan nueve supuestos delitos fiscales del matrimonio Fabra
El presidente de la Diputación de Castellón y su esposa dejaron de ingresar 1,7 millones de euros del IRPF entre 1999 y 2004
Los peritos encargados de investigar el incremento patrimonial del presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, han detectado un total de nueve presuntos delitos fiscales en las cuentas de Carlos Fabra y su esposa, María Amparo Fernández, entre 1999 y 2004. Según el informe, Hacienda dejó de ingresar 1,7 millones de euros que, entre ambos, deberían haber abonado a las arcas públicas por el IRPF. Los peritos han analizado los más de 8 millones de euros ingresados en las cuentas de los Fabra y sostienen que las ganancias patrimoniales "no justificadas" ascienden a 3,6 millones de euros.
El informe de los peritos responde a la decisión judicial de investigar los ingresos, gastos y patrimonio entre 1999 y 2004, con el fin de determinar si existió un incremento patrimonial injustificado. La decisión se adoptó como parte de las diligencias abiertas por el juzgado número 1 de Nules (Castellón) contra Carlos Fabra, que está siendo investigado ante la posible comisión de varios presuntos delitos contra la Administración pública y fraude fiscal. La Agencia Tributaria ya presentó una denuncia por el ejercicio de 1999, por el que acusó al presidente de la Diputación de Castellón de un presunto delito fiscal.
El informe de los peritos, que ya ha sido remitido al juzgado número 1 de Nules (Castellón), donde se investiga a Carlos Fabra por la posible comisión de varios presuntos delitos contra la Administración pública y fraude fiscal, no sólo detalla los ingresos no justificados (3,6 millones de euros) y las cantidades que tanto Fabra como su esposa deberían haber ingresado a Hacienda (1,7 millones de euros) entre 1999 y 2004.
El escrito también hace referencia a las alegaciones esgrimidas por los imputados y sostiene que éstas "deben considerarse no justificativas, en ningún caso, del origen de los ingresos en efectivo realizados en las cuentas". Según el informe, Fabra ha esgrimido dos argumentaciones. Por una parte, alegó que sacaba muchas cantidades de sus cuentas ante la necesidad de tener efectivo para "hacer frente a las amortizaciones de préstamos o saldos negativos". Es decir, que sacaba dinero en el banco y lo tenía en casa hasta que se acercaba un vencimiento o tenía un saldo negativo y, entonces, lo ingresaba.
Los inspectores de Hacienda consideran este planteamiento "absurdo y artificioso", ya que, según explican, para evitar saldos negativos o amortizar futuras amortizaciones "hubiera bastado simplemente con no efectuar reintegros previos, ya que éstos disminuyen los saldos que se dice que luego han de regularizar".
Por otra parte, Fabra alegó que los ingresos procedían de importes previamente obtenidos de extracciones de cajeros automáticos y después ingresados en efectivo en las cuentas. En opinión de los peritos, "resulta difícilmente creíble por la sencilla razón" de que los cajeros sólo expiden billetes de 50 euros y los ingresos se realizan, mayoritariamente, con billetes de 100, 200 y 500 euros.
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