La mayoría absoluta se juega en Andalucía

El peso del voto andaluz es determinante para conseguir la mayoría absoluta a la que aspira el PP y para que los socialistas la eviten. Esta será la batalla principal de las elecciones generales en Andalucía. En términos relativos, los socialistas creen que los andaluces volverán a ser los que más aporten al PSOE. Pero no saben si las cifras de votos y escaños serán suficientes.

La situación de la que parten es de "desafecto" de los votantes, según un dirigente socialista. "Andalucía es tierra de izquierdas que ha percibido que la política de Zapatero no coincide con sus ideales", afirma. Por el contrario, Rubalcaba sí tiene crédito. De ahí que el candidato haya participado en tres actos en la región en menos de 15 días. "Donde más se juega es donde su presencia será más intensa", añade el representante del PSOE.

Los populares concentran su estrategia en el paro y la crisis

El candidato del PP, Mariano Rajoy, es consciente de la importancia de Andalucía. Visitó ayer la catedral de Jaén y asistió a un partido de la Copa Davis en Córdoba.

"Tiene una agenda lúdico festiva en Andalucía", ironizan los socialistas, que aseguran que este tipo de actuaciones no son bien percibidas en una región con un 29,71% de tasa de paro, según la última EPA.

Sin embargo, el PP utiliza de forma permanente estas cifras para presentar al PSOE como el partido del paro. Parte con el aval de los resultados de las últimas elecciones municipales, cuando se alzaron con las principales alcaldías andaluzas y le sacaron más de dos millones de votos al PSOE, y con las previsiones de las encuestas, que le dan más de 14 puntos de ventaja. Creen que la crisis hará el resto.

Los socialistas cuentan con reducir la distancia con el PP porque "no está inmaculado". Dicen que los interinos, el personal laboral, los empleados de empresas públicas y los funcionarios ven ya con preocupación las medidas de ajuste en las comunidades populares. De hecho, Rubalcaba no para de repetir que Andalucía es un ejemplo de apuesta por la sanidad y la educación públicas de calidad frente a los recortes de Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal en Madrid y Castilla-La Mancha.

En lo mismo confía el socialista José Antonio Griñán, que ha convocado las elecciones autonómicas en marzo de 2012 con la esperanza de que el PP también se desgaste en la gestión de la crisis y ante la dura política de reivindicación que llevará a cabo entre el 20-N y los comicios regionales, estrategia que dio muy buenos resultados durante los Gobiernos de Aznar.