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La 'internacional negra' y España, en el sumario del juez Casson

El sumario instruido por el juez veneciano Felice Casson en torno al atentado de Peteano, al que ha tenido acceso EL PAÍS, dedica un amplio capítulo a las relaciones entre España y la internacional negra, centrado en las vicisitudes de la colonia de fascistas italianos que se instaló en territorio espanol durante los últimos años del franquismo.El jefe de dicho grupo era Stefano delle Chiaie, y su brazo derecho, Mario Ricci. El enrolamiento de nuevos miembros se lograba, según declaró al juez Marco Pozzan en enero de 1984, ofreciendo apoyo económico a los italianos que llegaban a España fugitivos de la justicia. "Quienes rechazaban la oferta eran primero amenazados y luego represaliados; en el sentido de que se les denunciaba, arrestaba e incluso expulsaba del país". Cicuttini se encargaba de las relaciones con la extrema derecha local, por su dominio del español.

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"Caccola [Delle Chiaie] disponía en España de dinero", explica Pozzan. "Hacía viajes muy caros, siempre en avión, incluso al otro lado del océano. Caccola recibía dinero, sobre todo del servicio secreto y de la policía española ( ... ). Sabíamos que Caccola había operado con su grupo, por cuenta de la policía española, contra los autonomistas vascos. Recuerdo que, con motivo de una manifestación en Montejurra, Caccola y su grupo organizaron un enfrentamiento con facciones opuestas. Para queno pareciera una intervención represiva, violenta e injustificada de la policía española, debían crear desórdenes y provocaciones. En aquella ocasión se produjeron incluso muertos. Esto sucedió en 1976".

Tráfico de armas

En el apartamento de Madrid donde fue detenido Cicuttini en octubre de 1982 se encontró abundante documentación referida a tráfico de armas con Chile, Paraguay, Suráfrica y otros países no democráticos. Dicha documentación, según. revelaría más tarde Vicenzo Vinciguerra, pertenecía a la empresa de import-export Eniesa, que servía para financiar las actividades de los fascistas italianos en España.La participación de los italianos en la guerra sucia contra ETA viene confirmada por numerosos testimonios. "Marini", decía Valerio Viccei en 1985, "me contó que había conocido a Rognoni y Concutelli y había participado en España en acciones contra los vascos militantes de ETA y en robos para autofinanciarse". Renato Bolzicco explicaba en 1982: "[Cicuttini] me dijo que tenía conocidos en la policía en los aparatos del Estado español ( ... ), decía que sería avisado por la policía española si alguno lo iba a detener".

Los italianos utilizaban nombres y documentación falsa, aunque ésta, como precisó Mario Ricci en 1983, no engafiaba a nadie: "El pasaporte [a nombre de] Vannoli me servía sólo para trabajar y no molestar a la autoridad española, que había tolerado mi presencia como Vannoli".

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