Un hombre muere a golpes y pedradas tras intentar un robo
La policía de Málaga detiene a dos personas por el linchamiento
Un hombre de 37 años murió el miércoles por la noche en Málaga golpeado y apedreado por un grupo de personas que le persiguió durante unos 800 metros por haber intentado robar en unos juegos recreativos. La víctima mortal, Manuel Berlanga Ríos, de nacionalidad española, terminó con el rostro desfigurado. Además, tenía numerosos golpes y hematomas por todo el cuerpo, fruto de las numerosas patadas y pedradas que recibió.
Aunque al menos cinco personas participaron en el hostigamiento, el Cuerpo Nacional de Policía detuvo ayer a dos hombres, a los que consideran autores de los golpes que acabaron con su vida. El atraco frustrado ocurrió sobre las once de la noche en el distrito Carretera de Cádiz, el más poblado de la capital malagueña.
El ladrón fue acorralado tras una persecución de 800 metros
El fallecido irrumpió con un arma blanca en el salón de juegos La Esquina, situado en la calle de la Hoz, pero no consiguió hacerse con botín alguno. Abandonó el local a toda velocidad y al menos tres de las personas que presenciaron los hechos comenzaron a perseguirle por las calles aledañas al grito de "al ladrón".
A la carrera se unieron otros dos hombres, a los que "el asunto se le fue de las manos", señalaron fuentes de la investigación. Le acorralaron a unos 800 metros, en la calle Pacífico. "Al verse sin escapatoria, cogió lo que tenía más a mano, unos adoquines de la calzada, y los arrojó posiblemente para que se frenaran", añadió otra fuente policial.
La respuesta le llegó doblada. Enseguida le llovieron pedradas y golpes de los que no pudo recuperarse. Varios testigos avisaron a la policía de que había un hombre tirado en el pavimento, desangrándose. Los agentes avisaron a los servicios de emergencia, que lo encontraron muerto. A muy pocos metros, los investigadores hallaron una mochila con un martillo, que el ladrón pudo tirar durante la persecución.
El primero de los detenidos fue localizado ayer por la mañana por varios policías locales en su domicilio. Juanillo el moro, como se le conocía, trabajaba como aparcacoches en la zona y fue señalado por varios vecinos como una de las personas que dio caza al ladrón. Terminó reconociendo ante el Grupo de Homicidios que había participado en la paliza. Las pesquisas continuaron hasta dar con el segundo. Ayer por la tarde los investigadores seguían trabajando en el caso, que todavía no está cerrado, pendientes de los resultados de varios registros.
El subdelegado del Gobierno de Málaga, Hilario López Luna, calificó los hechos de "lamentables". En lo que va de año se han producido en Málaga 12 muertes violentas.
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