Las familias del Yak-42: "¡Esto es una tomadura de pelo!"
Indignación. Ésa es la palabra que lo resume todo. Los familiares de las 62 víctimas del Yak-42 que se estrelló en Turquía en mayo de 2003 han vuelto a comprobar que la compañía Chapman Freeborn sigue ignorando las citaciones de los tribunales. Su representante no acudió a la primera vista que se celebró ayer en Zaragoza tras la anulación del juicio anterior. En enero de 2006, los representantes de Chapman tampoco comparecieron en el primer juicio. El juez condenó entonces a la empresa a pagar una indemnización de 10 millones de euros. Pero la Audiencia Provincial de Zaragoza anuló el juicio por un defecto de forma en la citación de Chapman.
"¿No ha comparecido? ¿Algún motivo?", preguntó la juez María Teresa Real, titular del Juzgado de Instrucción número 12 al abogado de Russi Batliwala, representante legal de Chapman Freeborn. El letrado reconoció que desconocía las razones de esa ausencia.
Pero la vista se celebró y los letrados formularon todas las preguntas al demandado como si estuviese en la sala. Los abogados preguntaron si la tripulación superaba las 24 horas de vuelo sin descansar; si se supervisaba la seguridad de los aviones que ofertaba Chapman, y si se trataba de un vuelo civil o militar, cuestión clave para sus tesis ya que Chapman ha sostiene que se trataba de un vuelo militar. También dirigieron estas preguntas a dos testigos, compañeros de los fallecidos. Ambos dijeron que en un viaje a Afganistán, no recibieron billetes y fueron trasladados en un avión civil.
Tras la primera sesión del juicio, abogados y familiares de las víctimas calificaron la ausencia de Chapman como una burla. "¿Qué va a pasar? ¡Es una vergüenza, es un impresentable [el representante de Chapman], le toman el pelo a la Justicia, al Ejército español y a las familias!", exclamó Francisco Cardona, padre de uno de los militares muertos.
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