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La dirección del PP evita polemizar con Cascos para minimizar los daños

El equipo de Aguirre cuestiona la decisión de excluir al ex ministro de Aznar

La dirección nacional del PP intenta minimizar los efectos de la espantada de Francisco ÁlvarezCascos y, para eso, evitó ayer confrontar con el ex secretario general del partido y ex vicepresidente del Gobierno.

"Nunca entraré en polémica ni con compañeros o ex compañeros del partido, sino con Chaves, Zapatero o Griñán", aseguró Javier Arenas, presidente del PP de Andalucía y vicesecretario de Política Local y Autonómica de los populares. Arenas se limitó a lamentar la salida de Cascos, porque "ha sido una persona muy importante en el PP".

La consigna de la dirección del partido a sus dirigentes es amortiguar la polémica y esperar a que los efectos negativos se disipen cuanto antes. De esa posición solo se desmarcaron sectores del partido más vinculados al aznarismo y tradicionalmente críticos con Mariano Rajoy, como el equipo de Esperanza Aguirre, y otros históricos damnificados en su momento por Cascos, como Alejo Vidal Quadras.

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Fuentes del PP aseguran que, en este momento, las expectativas electorales de Rajoy reducen al máximo los focos de disidencia, las dudas públicas sobre su liderazgo y, por tanto, la posibilidad de que haya más voces que se sumen a las críticas de Cascos. Sí hay cierto temor a que si Cascos se presenta finalmente en Asturias con un nuevo partido obstaculice el objetivo de poder gobernar en esa comunidad.

El PP está a tres escaños de la mayoría absoluta que le permitiría gobernar en esa comunidad y necesita cada voto para arrebatársela al PSOE, que, además, comparece con un nuevo candidato. La versión oficial y pública del PP, no obstante, es la de sostener que no hay riesgo electoral para el partido en Asturias. Las fuentes consultadas aseguran que Rajoy ha preferido no arriesgarse a tener un barón regional tan incontrolable como Cascos y, además, prefiere mantener su imagen centrista y de ruptura con el aznarismo que impulsó en el congreso de Valencia de 2008.

En privado, críticos del PP sostienen que Rajoy debería haber cortado antes las aspiraciones de Cascos, sin dejar que crecieran sus posibilidades de encabezar la lista en Asturias. Pero en público, solo se salieron del guión miembros del equipo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, aunque la propia Esperanza Aguirre, que apoyó a Cascos antes de ser excluido por Rajoy, guardó silencio.

Así, Ignacio González, vicepresidente madrileño y mano derecha de Aguirre, aseguró ayer que la marcha de Cascos es "mala para Asturias y para España".

"Es una decisión que nunca debería haberse producido. Creo que es mala para Asturias y para España, y para el PP tanto de Asturias como a nivel nacional", dijo González. Añadió que Cascos "es sin duda uno de los grandes referentes del PP, ya que ha dedicado 34 años de su vida a construir el principal partido de este país".

También se salieron del guión algunos miembros del partido que en su momento sufrieron en sus carnes decisiones de Cascos como secretario general del PP, similares a las que ahora han provocado su salida airada del partido. Algunos, como Alejo Vidal Quadras le pasaron ayer la factura aplazada de sus decisiones.

En declaraciones a Europa Press, el eurodiputado acusó a Cascos de reclamar ahora, después de no haber sido nombrado candidato, "lo que no predicaba" cuando era secretario general del PP. Vidal Quadras aseguró que la actuación de Cascos en la etapa en la que era el número dos del PP "no tenía nada que ver con la democracia interna del partido", por lo que, a su juicio, el "pasado" del ex vicepresidente del Gobierno "chirría con lo que está haciendo ahora".

El eurodiputado recordó que Cascos le "obligó a dimitir" cuando presidía el PP de Cataluña después de conseguir, según ha insistido, "el mejor resultado del partido hasta el momento" con 17 escaños en el Parlamento catalán. "Ejerció de brazo ejecutor. De manera muy enérgica impidió que me siguiera presentando", dijo.

Eran los tiempos en los que Cascos era conocido como el "general secretario" y gobernaba el partido con mano de hierro, para ejecutar las órdenes de Aznar de renovar la antigua Alianza Popular y convertirlo en un PP renovado. En nombre de Aznar, Cascos eliminó a veteranos dirigentes regionales y locales que pretendían ser candidatos en municipales y autonómicas para sustituirlos por jóvenes valores del partido refundado.

El vicepresidente segundo de la Junta General de Asturias, Pelayo Roces, formaliza su marcha del PP.
El vicepresidente segundo de la Junta General de Asturias, Pelayo Roces, formaliza su marcha del PP.EFE

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