Mas critica que el tripartito y el Gobierno han incumplido el acuerdo de financiación

"El Gobierno lo tiene difícil" para estabilizar las finanzas de la Generalitat y sacar el país de la crisis y tendrá que tomar decisiones "que no serán nada fáciles". El presidente de la Generalitat, Artur Mas, lo sabía pero después de tres semanas en el Gobierno lo tiene todavía más claro. Así lo ha explicado esta mañana en el Parlament, durante el pleno monográfico en el que ha dado cuenta de la estructura de su ejecutivo. Mas también se ha referido a las relaciones con el Gobierno central y a "sus mensajes sobre la situación financiera de la Generalitat". Mas ha lamentado que el Gobierno central está incumpliendo con el modelo de financiación que se pactó en 2008, y que ello se hizo con el beneplácito del tripartito liderado por José Montilla. El presidente ha avanzado que el presupuesto de la Generalitat para 2011 "probablemente deberá ser un 10% inferior" al de 2010, elaborado por el tripartito, unas cuentas prorrogadas que son con las que cuenta por ahora el Gobierno catalán.

El presidente ha asegurado que no rehuye el tema pero ha insistido que el actual Gobierno catalán "no es responsable de la situación" de las finanzas. "No lo hago para criticar al anterior gobierno sino para dejar bien claro que no somos responsables de esta situación". Mas ha pedido al resto de grupos de la cámara ayuda tanto en la negociación con el Gobierno español como en la estabilización de las finanzas públicas. "Os pido que rememos todos en la misma dirección", ha interpelado el presidente al resto de partidos políticos.

Sobre la composición del Gobierno catalán, Mas ha defendido su "alta capacidad técnica, su experiencia y su bagaje político" y ha defendido, después de recibir críticas por ello, la concentración de poder del departamento de la Presidencia. "En el momento del arranque de los motores hacía falta dar fuerza y capacidad de liderazgo a la presidencia", ha justificado. Mas ha subrayado el plan de "austeridad y adelgazamiento" de la administración catalana, con un 40% menos de asesores, por ejemplo, y la creación de los consejos asesores externos en materia de economía, salud o bienestar social.

Desde el Partit dels Socialistes, su presidente en la cámara, Joaquim Nadal, ha lanzado una batería de reproches a la estructura de gobierno de Mas. En un plano general, ha comenzado echando en falta "rumbo" al ejecutivo, que "tome decisiones" y no se quede en "gestos". Afinando el zoom, ha criticado la concentración de poder de la consejería de presidencia y ha cuestionado la reducción de altos cargos y la función de los consejos asesores: "no compartimos la derivación de funciones. A cada uno lo suyo, los asesores a asesorar y el gobierno a trabajar". Pero la mayor crítica de Nadal a Mas ha sido acusarle de "eludir responsabilidades" cuando dice que ha heredado la mala situación financiera de la Generalitat. "En el momento en que se asume la gobernación de un país se acepta su situación y se explica su pasivo y su activo", ha dicho el presidente del grupo socialista para acabar espetando: "Le concedemos el beneficio de la duda pero no busque excusas ni coartadas hacia los problemas externos, resuelva los que ya tenemos identificados".

Por su parte, el presidente de la Generalitat también ha justificado la designación del jefe de filas de CiU en Madrid, Josep Antoni Duran Lleida como presidente de las negociaciones bilaterales con el gobierno central. "La voluntad es que las relaciones sean el máximo de fluidas, pero de momento el Gobierno central no se pone demasiado bien". "Situar a los mejores" al frente de estas negociaciones, ha dicho, "es una apuesta por la relación fluida". "Si sale bien, bien y sino nos sabremos defender", ha dicho.