La crecida del Ebro se acerca a Zaragoza tras dejar miles de hectáreas anegadas

La crecida del Ebro no ha inundado los pueblos más cercanos al cauce del río pero ha anegado miles de hectáreas de cultivo en su paso por la provincia de Zaragoza. La capital se prepara para recibir mañana la crecida, que se espera no supere los 2.400 metros cúbicos por segundo. El Gobierno aragonés, la Confederación Hidrográfica y Protección Civil mantienen todos sus dispositivos en alerta para evitar la inundación de núcleos urbanos.

Protección Civil ha avisado de que la crecida continúa desplazándose aguas abajo hacia la cuenca media y baja del Ebro y que por lo tanto se mantienen las medidas preventivas en Navarra, Aragón y Cataluña. La crecida irá desplazándose a lo largo de los próximos días, "con un posible riesgo mayor en la cuenca media y previsión de que vaya descendiendo hacia la cuenca baja". El nivel de alerta 2 se prolongará en la provincia de Zaragoza hasta el sábado o el domingo.

La punta de crecida, que llegó a superar los siete metros, ya ha pasado por las localidades de Novillas, Gallur, Pradilla y Boquiñeni, sin que las aguas hayan causado problemas personales. No obstante, sí que han anegado miles de hectáreas de tierras de cultivo, huerta y parcelas de forraje y cereales. Los vecinos comienzan a reponerse de la alerta que durante más de dos días les ha mantenido al pie del río.

El alcalde de Novillas, José Ayuso, ha declarado que la crecida máxima se mantuvo estable entre las ocho de la tarde de ayer y la medianoche, por encima de los siete metros de altura, y que ya ha bajado 20 centímetros, aunque lo hace muy lentamente. También ha explicado que sólo un matrimonio mayor ha tenido que abandonar su casa a orillas del río para pasar la noche con un hijo que vive en la localidad, de poco más de 600 habitantes, muchos de los cuales están en alerta desde el lunes.

Por su parte, el alcalde de Novillas ha informado de que ha habido que achicar agua en los bajos de algunas viviendas y que esperan con preocupación a que baje el nivel de las aguas para evaluar los daños causados a la agricultura, ya que la crecida ha anegado más de 2.000 hectáreas.

En Gallur, otra de las localidades más afectadas por la crecida, su alcalde, Antonio Liz, ha informado de que la punta de la avenida ha pasado por el pueblo entre la medianoche y las cuatro de la mañana, sin que provocara daños al núcleo urbano. No obstante, las aguas han anegado toda la vega del término municipal. La carretera Z-523 está cortada y en la N-232 hay circulación lenta por las inundaciones.

En Pradilla de Ebro la avenida ha alcanzado los 7,35 metros, algo menor de lo esperado según su alcalde, Luis Moncín, por lo que no ha habido que evacuar a ninguna persona, como ocurrió en la crecida de 2003. No obstante, se ha estado vigilando el río toda la noche. También se han anegado unas 900 hectáreas de tierras aledañas a Boquiñeni.

Una muerte en Tarragona

La crecida del Ebro en los últimos días ha provocado desbordamientos e inundaciones en Navarra, Aragón y Cataluña. El suceso más grave es la muerte de un hombre, que falleció ayer en Tarragona tras caer a una riera. En la Comunidad Foral, las inundaciones han comenzado a remitir en la zona media, aunque 55 viviendas tuvieron que ser desalojadas en Funes y el río llevaba 2.593 metros cúbicos por segundo a su paso por Castejón.

Los bomberos de Zaragoza han rescatado al mediodía de hoy en el cauce del Ebro a un hombre que ha caído al río tras volcar por la fuerza del agua un pontón sobre el que trabajaba, según ha informado el Ayuntamiento de la capital aragonesa. Sobre el pontón estaban tres operarios de una empresa que interviene en las obras de la autovía A-2, a la altura del recinto de la Exposición Internacional. Dos de los trabajadores han alcanzado tierra firme por sus propios medios y el tercero se ha aferrado a la plataforma hasta que los bomberos lo han acercardo a la orilla. Tanto el rescatado como sus compañeros se encuentran en perfectas condiciones.