El bloqueo a Melilla se alivia ante la visita de Rubalcaba a Rabat el día 23

El sindicato nacional de transportes y varias de las asociaciones que apoyaban el boicoteo de las mercancías que entran cada día a Melilla desde el país vecino, por las supuestas agresiones de la policía española en la frontera, decidieron ayer congelar las protestas. Los activistas acordaron rebajar la tensión ante el viaje que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, efectuará a Rabat el lunes, día 23, para entrevistarse con su homólogo Taieb Cherkaoui. En el operativo diplomático que Interior desplegará en Marruecos para zanjar la crisis fronteriza también se incluirá, casi con toda probabilidad, al director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Velázquez, que se desplazará a Rabat, seguramente el miércoles.

Los piquetes dicen que solo están "bajando el nivel de alarma"

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Los activistas añaden que existe "la posibilidad" de que el rey Juan Carlos visite de manera informal al monarca alauí, Mohamed VI, pero fuentes de la Casa Real lo desmintieron. La información de la agencia oficial de noticias marroquí, MAP, sobre la conversación telefónica que mantuvieron el pasado miércoles el Rey de España y Mohamed VI, a propósito de las crecientes tensiones en la frontera de Melilla, concluía afirmando que los dos soberanos habían convenido "en reunirse durante un próximo encuentro informal".

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer antes de un acto político en Llanes (Asturias) que se estaba manteniendo "un diálogo a distintos niveles con las autoridades marroquíes para tratar de aclarar cuanto antes" los incidentes de la frontera y para mantener las "excelentes" relaciones con el país vecino "en lo referente a la lucha contra el terrorismo internacional, contra el narcotráfico, la emigración ilegal y la cooperación policial". El ministro aseguró que la Policía y la Guardia Civil "cumplen escrupulosamente con los derechos humanos".

La entrevista que mantendrán Rubalcaba y Cherkaoui será el primer encuentro entre ambos después de que el marroquí fuera nombrado ministro a principios de este año. En la entrevista, según la nota que ha emitido el Ministerio del Interior español, se analizarán cuestiones "como la cooperación policial, la lucha contra el terrorismo y contra la inmigración ilegal y otros asuntos comunes". Ni una referencia a Melilla.

"Queremos dar la oportunidad de que se solucionen los problemas existentes en la frontera", declara Said Chramti, presidente de la Asociación de Derechos Humanos Gran Rif, que apoyaba el boicot. "Lo único que vamos a hacer por ahora y hasta que se produzca la reunión es una pequeña concentración en la frontera, pacífica, de conductores, a las nueve de la noche del martes. Después los camiones entrarán en Melilla normalmente". El secretario general del sindicato nacional de transporte, Hasan Maziri, confirma el mismo programa, y pospone el plan de boicot de ladrillo y cemento que iba a comenzar el próximo lunes.

La Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos y el Comité Nacional para la Liberación de Ceuta y Melilla, lideradas por Mounaim Chaouki, seguirán adelante, "por el momento" con las protestas tal y como estaban planteadas (el lunes comienzan con el boicot al ladrillo y cemento, el martes tratarán de impedir que pasen las empleadas domésticas y el miércoles harán lo mismo con fruta, verdura, pescado y marisco), pero no está muy claro hasta dónde ni hasta cuándo llegará la protesta.

Los carteles y pancartas que denuncian agresiones racistas de la policía española y reivindican la soberanía sobre Ceuta y Melilla del paso fronterizo de Beni Enzar, en la tierra de nadie entre los controles de España y Marruecos, seguirán allí por ahora. "Estarán como aviso", dice Chramti. "Lo que estamos haciendo es bajar el nivel de alarma hasta ver si se soluciona el conflicto".

La tensión por el fotomontaje de las policías españolas del paso fronterizo continuó ayer. Los carteles seguían visibles en la frontera -que amaneció tranquila, con los camiones de mercancías atravesándola sin problema-, en la zona de nadie situada entre los puestos español y marroquí. Algunos habían sido arrancados, pero otros continuaban en el mismo lugar. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha anunciado que presentará el lunes o el martes una querella por injurias y calumnias.