Zapatero: "El cambio climático es mucho más devastador que la crisis"

Cinco años después de su primera intervención, José Luis Rodríguez Zapatero se dirigió ayer a la Asamblea General de Naciones Unidas con la satisfacción de quien considera que el tiempo le ha dado la razón. El presidente reconoció que cuando, en septiembre de 2004, lanzó aquí su iniciativa de la Alianza de las Civilizaciones como forma de superar los recelos entre culturas, el momento era "mucho menos propicio". Entonces el panorama era el de una Administración de Bush que despreciaba abiertamente a la ONU. Sin embargo, cuando escuchó el martes, ante el mismo foro, al nuevo presidente de EE UU, Barack Obama, afirmar que ningún país puede enfrentarse solo a los retos globales, Zapatero pensó que había "valido la pena" su prédica en el desierto.

Ayer, el presidente del Gobierno se presentó como el abanderado de un "multilateralismo eficaz, responsable y solidario" y comparó la oportunidad que se presenta ahora con la que existía en 1945, en los albores de las Naciones Unidas. Animado por ello, pidió a los representantes de los 192 Estados que se sientan en la Asamblea General que den un paso más y aprueben este otoño una resolución que otorgue carta de naturaleza a la Alianza de Civilizaciones, para que esté presente de forma estructural en los principales órganos de la ONU.

Con todo, lo más llamativo de la intervención de Zapatero -que fue seguida desde la tribuna de invitados por su esposa, Sonsoles Espinosa, y sus dos hijas adolescentes- fue el énfasis que puso en la lucha contra el cambio climático. Pese a que España es el país más golpeado por la recesión económica, con un desempleo que se acerca al 20%, aseguró que el calentamiento global tendrá efectos "mucho más devastadores para las generaciones venideras" que la recesión económica, y que "la salida de la crisis pasa por el crecimiento sostenible".

Lo que sigue es un resumen de los aspectos más destacados del discurso de Zapatero, que duró 20 minutos. Fue interrumpido por aplausos del público, que llenaba más de la mitad del aforo, cuando habló de Honduras, Oriente Próximo y la lucha contra la pobreza.

CRISIS ECONÓMICA Una globalización escasamente gobernada

"Ésta no ha sido la primera crisis de la globalización, ha sido más bien la primera crisis de la gobernanza global, la crisis de una globalización insuficientemente gobernada", afirmó Rodríguez Zapatero. Reconoció que los efectos de la recesión siguen presentes -"a pesar de los incipientes signos de recuperación"- y se mostró convencido de que la cumbre de Pittsburgh servirá para "culminar la tarea" de instaurar reglas y pautas que ayuden a evitar futuros colapsos financieros.

HONDURAS "No aceptamos un golpe"

"Nuestros hermanos de América Latina, con el decidido apoyo de España y la comunidad internacional, van a ganar este desafío. No vamos a aceptar ningún golpe antidemocrático", proclamó. Aunque no lo dijo, España avala la iniciativa de Brasil para que la ONU respalde la reinstauración del presidente Manuel Zelaya y obligue a negociar al Gobierno de facto.

ALIANZA DE CIVILIZACIONES "La lengua materna"

"El diálogo de civilizaciones debe ser la lengua materna de Naciones Unidas", dijo Zapatero tras pedir que la ONU apruebe este otoño una resolución que regule la presencia "estructural" de la Alianza de Civilizaciones "en los órganos principales y en todos los ámbitos" de la ONU. Según el presidente, dicha alianza contribuirá a las tareas del Consejo de Derechos Humanos, el Consejo Económico y Social e incluso el Consejo de Seguridad. Hasta ahora, la Alianza de Civilizaciones cuenta con un alto representante, el ex presidente luso Jorge Sampaio, y una oficina, adscrita al secretario general de la ONU, así como un grupo de amigos con un centenar de países, pero no está integrada en la estructura de la ONU.

AFGANISTÁN "No hay solución militar"

"Compartimos la inquietud y la preocupación por la situación de Afganistán". Zapatero se mostró convencido de que la comunidad internacional sabrá encontrar una solución que, advirtió, "no es ni puede ser sólo militar". Previamente, subrayó que España ha participado en 22 misiones de la ONU en las últimas dos décadas con más de 100.000 soldados. En la entrevista que concedió el martes a la CNN a Zapatero se le reprochó la escasa contribución de España a Afganistán en comparación con países como el Reino Unido.

ORIENTE PRÓXIMO "El Estado palestino, en

un tiempo razonable"

El presidente español, que viajará a Oriente Próximo el 14 de octubre tras reunirse con Barack Obama en la Casa Blanca, se comprometió a perseverar en la búsqueda de la paz en la región y advirtió de la capacidad de este conflicto para "proyectarse sobre otros conflictos regionales", como el de Afganistán. Zapatero agregó que "la comunidad internacional debe pensar en reconocer al Estado palestino en un tiempo razonable". La frase, que provocó aplausos, no figuraba en el discurso escrito.

LUCHA CONTRA LA POBREZA Mantener la ayuda

al desarrollo

Tras recordar que mil millones de personas, casi la sexta parte de la humanidad, pasan hambre, Zapatero reafirmó el compromiso de España con los Objetivos del Milenio -que persiguen la erradicación de la malnutrición o el analfabetismo en 2015- y llamó a no caer en la tentación de rebajar la ayuda al desarrollo por la crisis económica. "Es injusto, es inaceptable y es inseguro. No es posible aspirar a un mundo seguro si persisten los actuales niveles de desigualdad y pobreza", advirtió.

CAMBIO CLIMÁTICO "La salida de la crisis es un crecimiento sostenible"

Fue el último capítulo de su discurso y también en el que puso más énfasis. "¡Hemos sabido ver los efectos de la crisis económica y todavía nos cuesta reaccionar ante los efectos de un fenómeno mucho más devastador para generaciones sucesivas enteras!", subrayó el presidente español. En su opinión, resulta "paradójico e incomprensible", porque "la salida de la crisis económica pasa por asegurar el único crecimiento posible: un crecimiento sostenible".

El mensaje de Zapatero ante la Asamblea General de la ONU en este asunto es el mismo que viene repitiendo en los últimos tiempos. Pero ayer le añadió dramatismo: aseguró que los 75 días que quedan hasta la cumbre de Copenhague sobre cambio climático serán los del "fracaso y la impotencia" si de allí no sale un acuerdo sobre el qué -una reducción de emisiones ambiciosa- y el cuándo -en un horizonte cercano y definido-. Y reiteró su propuesta de que los países desarrollados dediquen el 0,7% del PIB a la investigación en energías renovables.