Sada, el municipio del Pazo de Meirás, revoca los honores concedidos a Franco

Aparte de autoproclamado jefe del Estado durante casi cuatro décadas, Francisco Franco Bahamonde, fue durante 63 años alcalde honorario e hijo adoptivo, con Medalla de Oro incluida, de la pequeña localidad coruñesa de Sada, donde está enclavado el también regalado Pazo de Meirás en el que pasaba sus veranos y que, a su muerte, engrosó el patrimonio de sus descendientes. Mientras sigue el litigio judicial entre la Xunta y los Franco por darle un uso público a tan emblemática propiedad, financiada en plena Guerra Civil con dinero público, el dictador fue despojado ayer de todos los honores municipales.

El pleno del Ayuntamiento de Sada, con los votos del gobierno local bipartito (BNG-PSOE) y de un edil independiente, decidió revocar la concesión de los títulos concedidos a Franco en "una sesión histórica" de junio de 1944. Y acordó también iniciar el expediente para restaurar la memoria y reconocimiento, con un título honorífico, al último alcalde republicano de Sada, Antonio Fernández Pita, juzgado y fusilado en noviembre de 1936 por el simple hecho de haber sido elegido democráticamente. Es la primera vez en Galicia que un ayuntamiento se acoge a una de las disposiciones para recuperar el honor de los represaliados de la Guerra Civil que establece la Ley de la Memoria Histórica, en vigor desde hace 25 días.

"Todo eso es perder el tiempo, esos títulos eran vitalicios pero como el señor ya no existe, ya desaparecieron también". Con medio puro en la mano y pañuelo en la solapa del traje, Ramón Rodríguez Ares, alcalde de Sada durante casi tres décadas y amigo personal de los Franco, no ocultó ayer, al término del pleno al que asistió en primera fila, su oposición a revocar los honores al dictador. Rodríguez Ares, el mancebo de farmacia que llevaba las medicinas al tirano, se explayó en críticas a los "señores nacionalistas" por preocuparse de "borrar la historia de Franco".