...Y Rubalcaba lo valora como "el mejor" líder
El vicepresidente alaba la fortaleza del PSOE: "Llevamos 130 años de historia, y aquí estamos"
Cuando a Alfredo Pérez Rubalcaba le gritaron ayer, varias veces, "¡presidente!", hubo sonados aplausos entre los 2.000 asistentes a su mitin en Palma de Mallorca. El vicepresidente pidió "calma", frenando con la mano ese ímpetu de futuro. Con cierto tono profesoral, leyendo sus notas, según confesó, el también portavoz y ministro del Interior centró su intervención en defender la gestión del Gobierno, y en alabar las señas de identidad históricas y la modernidad del PSOE. La referencia a su máximo dirigente, José Luis Rodríguez Zapatero, era ineludible. Rubalcaba consideró que la decisión del secretario general de no ser candidato en 2012, y su reflexión ante el comité federal del sábado, fueron propios "del mejor Zapatero", así es "como es él", añadió. Apreció que hubiera emplazado a los socialistas a decidir quién será su candidato de "forma natural, transparente, apelando a los principios y convocando a la democracia".
El termómetro del primer gran acto socialista de la precampaña en Baleares, donde el PSOE defiende su posición de mayor poder real en la historia, registró un alto grado de simpatía rubalcabista. Se observó en los calificativos personales y en la simpatía política que le profesaron los candidatos de Palma, Mallorca y Baleares. El presidente autonómico, Francesc Antich, hizo una loa de sus virtudes y le agradeció su habilidad ante el PP a la hora de "poner en su lugar" a sus "adversarios". Antich alabó también a Zapatero, que en su opinión "se ha roto la cara para defender a los más débiles". "Nunca un presidente del Estado había sido tan sensible con Baleares", añadió.
Rubalcaba no dio pistas sobre su futuro, ni a los militantes ni a la prensa. Habló desde la veteranía en el carné y en el poder, y presumió de un partido tan antiguo como moderno: "Llevamos 130 años de historia y aquí estamos". Relató los avances legislativos de los Ejecutivos socialistas, comparándolos con un árbol grande "que lo aguantan todo, ventiscas, calor, frío, tormentas", que soporta de pie todas las inclemencias porque tiene "raíces profundas y extensas". Y clamó por "la libertad y la igualdad, indisolubles", en una sociedad sin miedos.
El PP mereció reproches y descalificaciones, por los casos de corrupción en Baleares, en los duros discursos de los líderes insulares. Rubalcaba, por su parte, reclamó a la derecha "juego limpio", y le acusó de "haber apostado contra España" esperando "ir a volandas de la crisis a La Moncloa". En su opinión, mientras el Gobierno hace su trabajo, preocupado "no por derrocar a [Mariano] Rajoy sino al desempleo", el PP "se dedica a pedir elecciones anticipadas". Preocupado por movilizar a votantes desencantados, Rubalcaba afirmó: "Que nadie se quede en casa en la cama" en las próximas elecciones para después quejarse si gana el PP. Recordó al respecto a los manifestantes que ahora protestan contra el Gobierno británico cuando en su momento presuntamente no fueron a votar.
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