El PSOE aprueba por consenso su modelo de participación de las autonomías en el Estado

El Consejo Territorial del PSOE escenificó ayer el consenso interno sobre su proyecto territorial en un acto celebrado en Santillana del Mar (Cantabria). El secretario general socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y los presidentes autonómicos y dirigentes territoriales, desde el presidente castellano-manchego, José Bono, al candidato a la Generalitat, Pasqual Maragall, trataron de enviar un mensaje unitario a la sociedad frente a las críticas del Gobierno y del PP, que le atacan por considerar que los socialistas carecen de un proyecto territorial unitario. El texto insiste en impulsar la participación de las comunidades autónomas en el Estado y abre la puerta a la reforma de los estatutos de autonomía, en condiciones muy estrictas.

José Luis Rodríguez Zapatero Zapatero se reservó la intervención final y pública, tras un debate interno en el que intervinieron todos los presidentes y dirigentes autonómicos y territoriales para aprobar el proyecto. En su intervención final, el líder socialista anunció que el proyecto aprobado se incorporará al programa de los socialistas en las próximas elecciones autonómicas y generales. También resaltó que este proyecto consigue "madurar la España constitucional". Se refería a que el acuerdo alcanzado desarrolla aspectos de la Constitución inmutables en estos 25 años de recorrido y necesarios, a su juicio, para responder a los retos que entonces no existían.

En este sentido, el secretario general socialista hizo especial hincapié en la mejora de la participación de las comunidades autónomas en la Administración del Estado. Y citó la reforma del Senado; la creación de la conferencia de presidentes autonómicos, con periodicidad anual y la mejora de los mecanismos de participación autonómica en las instancias europeas y el propio Consejo de Ministros de la Unión Europea. El proyecto fue aprobado con apenas enmiendas.

En cuanto al capítulo más espinoso, por las críticas que ha suscitado en el Gobierno y en el PP, en referencia a la reforma de los estatutos, Zapatero aclaró que su objetivo es asegurar las reformas sociales. Se refería, como el propio presidente de la junta de Andalucía, Manuel Chaves, había manifestado en la reunión a que su propuesta de reforma es para lograr que a través de una mejora de los estatutos, la Administración andaluza pueda ser más eficaz a la hora de afrontar retos sociales nuevos como la inmigración.

La mayoría de las intervenciones insistieron en la vinculación de reformas de estatutos y mejoría en la respuesta en los retos sociales. Varias intervenciones criticaron la actitud nacionalista ante las reformas estatutarias consistentes exclusivamente en demandar más competencias.

En este sentido, el texto definitivo recoge una serie de enmiendas propuestas por el presidente castellano-manchego, José Bono, en la reunión como que "los ciudadanos están más preocupados por la sanidad, el empleo o la educación que por las reformas de los estatutos. Esas deben ser nuestras prioridades". En esta misma dirección, Bono logró que el texto insista en que "el principio de igualdad entre los españoles está por encima del principio de autonomía".

El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, también incidió en esta cuestión. Y defendió la posibilidad de que algunas comunidades autónomas propongan la reforma de sus estatutos. A su juicio, la España de las autonomías tiene que servir para que todas ellas se encuentren cómodas, siempre que esos cambios sean en beneficio de la igualdad y de las mejoras sociales, pero no por lograr la concesión ilimitada de competencias como pretenden los partidos nacionalistas.

El candidato socialista a la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, también se unió a este coro de intervenciones y justificó sus planes en la línea de las mejoras y el progreso de las comunidades autónomas. Incluso logró que el documento definitivo recogiera algunas enmiendas sobre sus propuestas de conexiones en las grandes infraestructuras como las eurorregiones.

Otro apartado importante en la reunión fue la coincidencia de los intervinientes en sacudirse los complejos por las críticas del PP ante la falta de un proyecto unitario territorial en el PSOE.

Bono, por ejemplo, señaló que "si los socialistas hemos hecho el Estado de las autonomías y hemos defendido el título octavo ¿a qué viene echar por la borda esa herencia y que parezca que el PP es quien defiende la España constitucional, cuando muchos de sus dirigentes ni siquiera votaron la Constitución?". En una dirección similar intervinieron el presidente de la junta de Extremadura y el candidato del PSC a la Generalitat, Pasqual Maragall.

El propio Zapatero, en su intervención final, se refirió a esta cuestión al criticar el "inmovilismo" del PP y la "crispación política" que Aznar genera con el debate territorial. "Quieren apropiarse de la Constitución cuando fueron los últimos en acercarse a ella", dijo en alusión a Aznar.