"Noté que el avión no tenía fuerza cuando empezó a elevarse"
Los heridos coinciden en que la aeronave carecía de la potencia habitual
"Noté que el avión no tenía fuerza cuando empezó a elevarse". Así lo ha manifestado a la Guardia Civil Antonia Martínez, la azafata del avión de Spanair siniestrado en Barajas el pasado miércoles y que causó la muerte a 154 de sus 172 pasajeros y tripulantes. Esta misma sensación de que el MD-82 no terminaba de acumular la potencia suficiente para elevarse la tienen también (y así lo han testificado) casi todos los supervivientes que ha interrogado la Guardia Civil en los hospitales de Madrid en los que se están recuperando de las heridas.
Según fuentes de la investigación, es un comentario en el que han coincidido casi todos los supervivientes y que no parece ser fruto de un estado de sugestión, ya que en muchos casos, señalan las fuentes, se trata de personas con experiencia y acostumbradas a volar.
Antonia Martínez no pudo oír a los pilotos antes del accidente
Aunque por sí mismos los testimonios no revelan ningún elemento que permita determinar la causa del accidente, sí son sintomáticos de una pérdida de potencia de la aeronave cuando ésta acometía su despegue. Y especialmente relevante es el de la azafata, el único miembro de los 10 integrantes de la tripulación, que ha logrado salvar la vida. Durante su convalecencia en el madrileño hospital de La Princesa, la azafata ha contado a los investigadores de la Guardia Civil que, tras el accidente, perdió la conciencia y que se despertó en el río (el avión cayó justo al lado de un arroyo), cuando ya estaban en la zona los bomberos y demás equipos de asistencia. También ha testificado que ella estaba fuera de la cabina y que, por tanto, no oyó los comentarios que debieron cruzarse el comandante y el copiloto en los momentos previos al terrible siniestro.
Los testimonios ante la Guardia Civil de los supervivientes (los de aquéllos que se hallan conscientes y su evolución es satisfactoria; algunos siguen en estado grave y no pueden hablar) pueden ser una explicación de por qué el comandante del avión siniestrado apuró tanto la pista antes de elevar el JK5022 de Spanair. Los investigadores de la Guardia Civil están centrando sus pesquisas precisamente en la aparente falta de potencia de uno o los dos motores.
Pudo ocurrir, según fuentes de la investigación, que el comandante de la nave, Antonio García Luna, al ver que el MD-82 no acumulaba la fuerza suficiente, tratase de abortar el despegue cuando ya había pasado el punto de no retorno, el llamado V1, y que para ello accionase el sistema de reversa, que es, junto con los alerones y los frenos del tren de aterrizaje, uno de los principales dispositivos que emplean los pilotos para detener una nave que empieza a aterrizar a una velocidad de 300 kilómetros por hora. El sistema de reversa hace que el aire que entra en la turbina salga por la parte delantera y facilite la frenada del aparato.
En una fotografía de los restos del avión se observa un motor con el sistema de reversa desplegado. En teoría, este mecanismo no debía estar funcionando dado que el MD-82 estaba en plena maniobra de despegue, y lo que hace la reversa es frenar el avión. La posibilidad de que, fruto de un fallo mecánico, o a voluntad del piloto para detener el avión, se accionase la reversa de uno los motores, explicaría también el hecho de que el avión cayese escorado a la derecha. De todas formas, la causa del siniestro puede estar contenida en algunas de las dos cajas negras que lleva el MD-82. Aviación Civil las está analizando para determinar qué pasó exactamente.
Spanair cancela seis vuelos en un día
Spanair volvió a tener problemas ayer con sus vuelos. En apenas un día canceló media docena alegando problemas técnicos o "asuntos operacionales". Otros muchos sufrieron retrasos. Los seis vuelos cancelados tenían como destino Palma de Mallorca, Valencia, Asturias y Tenerife.
La compañía canceló un vuelo entre Madrid y Tenerife cuando el pasaje estaba ya embarcado debido a un problema técnico. Tras una hora esperando junto al finger, el capitán explicó a los viajeros que había "un fallo en los flaps", según detalló un pasajero a este periódico. El aparato, un MD, fue sustituido por otro que partió con dos horas de retraso.
Spanair canceló otros dos vuelos desde Barajas a Palma de Mallorca, uno a Valencia y dos más entre Madrid y Asturias "por motivos operacionales", esto es, retrasos o incidencias con el pasaje o la tripulación, como "la rotación de la plantilla".
Además, "un problema técnico" obligó a regresar a los 15 minutos de vuelo a un avión con 158 pasajeros que había despegado en Granada con destino Barcelona. Spanair había vendido el vuelo, que operaba un avión de Swiftair.
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