El Gobierno vasco y el PP desconfían de la oferta de colaboración del PNV
El PSE pide concreción a quien hace un mes consideró "ilegítimo" el Ejecutivo
El Gobierno vasco, el PSE y el PP han acogido con escepticismo la oferta de colaboración del PNV. Dudan de si se trata de un ofrecimiento bienintencionado, de un ejercicio de responsabilidad y cambio de alcance en la posición del PNV tras la pérdida del poder. O si, por el contrario, no es más que puro tacticismo destinado a dificultar la presentación de una moción de censura en Álava, y su justificación ante la opinión pública, así como a minar el acuerdo para el cambio entre socialistas y populares.
He ahí la cuestión que quieren aclarar sobre la oferta de acuerdo de estabilidad presupuestaria e institucional, con el objetivo central de hacer frente a la crisis, en todas las Administraciones, Gobierno, Diputaciones y Ayuntamientos. Quieren saber si la propuesta es "sincera" y si hay posibilidades reales de negociación y de que el PNV se sume al apoyo a unos presupuestos que, de ser así, alcanzarían el respaldo inusitado de los tres grandes partidos vascos, o puro humo.
El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, pidió concreción y recordó que hace sólo mes y medio el PNV aseguró que el Gobierno de Patxi López es "ilegítimo"
Otra incógnita es si, de fraguar en Euskadi, podría extender sus efectos a las Cortes Generales y salvar la precariedad parlamentaria del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La propuesta, en principio, excluye el Congreso de los Diputados, aunque el PSOE asegura que estaría dispuesto a negociar, por ejemplo, los Presupuestos. Quieren, en suma, conocer la intención última y la letra pequeña de la oferta.
"Suena bien; ahora hace falta saber en qué se concreta realmente", dijo la portavoz del Gobierno, Idoia Mendia. Esa propuesta del partido de Iñigo Urkullu, añadió, estaría en la línea del acuerdo con todos los grupos que propuso el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, en una comparecencia parlamentaria para exponer sus planes frente a la crisis. Y también entraría "en perfecta sintonía" con el comportamiento que mantuvo el PSE-EE en la oposición, apoyando los presupuestos del Gobierno encabezado por el PNV. Pastor añadió la reserva de que pueda tratarse de un mero "ejercicio de supervivencia" frente a la posibilidad de perder la Diputación alavesa, donde el PNV gobierna en minoría. Pastor dio por hecho que al PP no le molestará un acuerdo en la línea planteada por el PNV. Mendia recordó también que el pacto que hizo lehendakari a Patxi López y presidenta del Parlamento a la popular Arantza Quiroga no impide acuerdos con otros partidos. El secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal, descartó también que el ofrecimiento del PNV ponga en peligro ese acuerdo básico con el PSE-EE. Oyarzábal cree que "no hay sinceridad" en la propuesta y que es "un gesto a la galería, para compensar gestos de radicalidad" como el ascenso el domingo al monte Gorbea en desagravio a la ikurriña. Si la hubiera, dijo, el PP valoraría "positivamente" el ofrecimiento y la ampliación del consenso en torno a unos presupuestos que el Gobierno, recordó, ya tiene garantizados con el apoyo de su partido.
En todo caso, si el PNV perseguía una brecha entre socialistas y populares, la tuvo. La abrieron el número dos del PSOE en el Congreso, Eduardo Madina, y el diputado del PP Alfonso Alonso. Éste pidió rectificar unas declaraciones del primero que circunscribía el pacto para el cambio a la investidura. "Compromete una relación preferente para toda la legislatura", recordó Alonso.
Puntos de acuerdo
- Parlamento vasco. López tiene asegurado sacar el Presupuesto en el Parlamento vasco con los votos del PP, pero el PSE desea que ocurra como en 2008, cuando apoyó las cuentas de Ibarretxe y las de todas las instituciones.
- Congreso. El PNV ha aclarado que la oferta no se extiende a las Cortes, pero el PSOE está dispuesto a negociar las cuentas, como ya ocurrió con las de este año.
- Instituciones vascas. El PNV quiere evitar que socialistas y populares extiendan su pacto a la diputación de Álava, donde gobiernan los nacionalistas pese a ser el tercero en votos.
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