Frota la guitarra que sale el duende
La productora sevillana Bujío de Ideas prepara el capítulo piloto de 'Gerundino', la primera serie de animación sobre el mundo del flamenco
La lámpara mágica de Aladino es una guitarra de tres cuerdas y el genio, un duende que se llama Gerundino. No es una rima fácil, es el arranque de la primera serie de animación sobre el mundo del flamenco. La productora sevillana Bujío de Ideas quiere "devolver la credibilidad" a la televisión con un cuento documentado sobre la música más popular de Andalucía. En 26 capítulos de 12 minutos, el duende engancha a tres adolescentes que pasan de tener una banda de pop a soñar con ser unos artistas del cante y el baile.
El capítulo piloto de Gerundino, que empieza a grabarse en junio, cuenta como Dani, Manuela y Periquín, tres amigos de Jerez de la Frontera (Cádiz), disuelven su grupo musical por desavenencias con Agus y Jetas, dos compañeros del instituto. El Niño Miguel, un guitarrista vagabundo de Huelva, se cruza en el camino de Dani regalándole su mítica guitarra de tres cuerdas. Lo malo es que no vale solo el talento. Cuenta mucho la suerte. Para eso, de la boca de la guitarra sale Gerundino, un duende de aspecto garrapatero que va a descubrir un género oculto a lo ojos de tres jóvenes oriundos de una localidad donde el flamenco "cae como un castigo". Con ellos viajará en el tiempo, hacia atrás y en tiempo presente, para conocer a los grandes de cada palo.
El Niño Miguel existe. Toca la guitarra en el centro de Huelva por unas monedas. Muchos de los personajes que se cuelan en Gerundino son reales. Hasta Gerundino, sólo que no es un duende, sino un prestigioso lutier de Almería de apellido Fernández. "Hay una intención educativa para que la gente entienda este arte. Como hijos de la Transición, que crecimos con La Bola de Cristal, queremos recuperar ese espíritu". El antropólogo Fernando González-Caballos es el artífice de un proyecto crítico con su esencia. "'El flamenco es una cultura poco permeable y muy segmentada". Y reproduce una conversación habitual entre un primerizo y un experto: "Uno dice: Oye, cómo distingues una seguidilla de una soleá y el otro responde: ¡Uy!, para eso hay que escuchar mucho".
La apuesta es animada por una razón: "La animación no tiene patria, se puede doblar a cualquier idioma". Y de paso, permite hacer una "más que necesaria" revisión del flamenco. "Es el momento, ahora que ha pasado el mairenismo, que ha sido una corriente tan dogmática". Se refiere a la doctrina impulsada por el cantaor Manuel Mairena, uno de los grandes puristas, férreo en su planteamiento del género. José Luis Ortiz Nuevo, prestigioso flamencólogo, autor de 17 libros es el supervisor de la documentación de Gerundino, en base a los archivos del Centro Andaluz del Flamenco . "Pura labor de arqueología".
El productor de Bujío de Ideas señala a la guitarra como la banda sonora del flamenco. "La quinta y la sexta cuerda se ponen en España, es el instrumento nacional, la pregunta es ¿el duende dónde habita?". Ante la duda, la historia está ambientada en Jerez, pero Dani, Manuela y Periquín viajan: A la Sevilla de 1857 para conocer a El Fillo y a El Planeta, considerados los padres del género, o al Nueva York de 1888 para ver actuar a la bailaora y torera Trinidad La Cuenca.
Gerundino antológico
La serie, que cuenta con un presupuesto de 2.9 millones de euros, está planteada en dos dimensiones, pero para reproducir fielmente el toque de guitarra y los bailes se emplean también las tres dimensiones. "Gerundino es artesanía digital". La productora está en negociaciones con varias televisiones nacionales e internacionales, pero la manufactura tiene un precio alto: "Un minuto de animación vale 7.9 millones de euros", asegura González-Caballos.
De Gerundino saldrán dos productos derivados: un disco y un libro. Con todos los artistas contemporáneos que participan en la serie, se grabará una antología del flamenco y el storyboard servirá para editar un cómic de 36 páginas que saldrá a la venta en septiembre. El travieso duende protagonista recurrirá a los tópicos del flamenco para hacerse con la audiencia: Guasa, cachondeo y dobles sentidos. Un fondo didáctico y una forma simpática, esa es la intención de una productora en la que ni el nombre es casual. Bujío es un sitio pequeñísimo, pero muy acogedor donde siempre se consigue que entre mucha gente. Como cualquier garito flamenco.
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