El Ejecutivo redactará su propuesta en una semana

Después de las reuniones con siete presidentes autonómicos, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reanudará la ronda a partir del 7 de enero. Pero es muy probable que antes les remita a todos el documento que sirva de base para el nuevo modelo de financiación autonómica.

Aunque todavía quedan otros diez presidentes, más los dos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, los contactos telefónicos y las reuniones de consejeros de Economía y Hacienda con el equipo del vicepresidente Pedro Solbes permitirán al Gobierno saber qué quiere cada uno.

Y todos quieren que se tenga en cuenta el criterio de población para calcular la financiación que necesitan, pero siempre con la ponderación de determinadas variables: envejecimiento, densidad, dispersión, número elevado de niños, inmigrantes...

Las demandas de cada uno compondrán el puzle que Hacienda presentará, después de haber seguido el proceso habitual de toda negociación para la financiación autonómica. Primero contactos bilaterales, para confluir después en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde se aprobará definitivamente. Esto puede ocurrir a últimos del mes de enero. La única novedad de este proceso es que el presidente del Gobierno interviene personalmente.

"Al fin"

Y a todos les parece bien; es más, lo exigen. El presidente de la Comunidad Valenciana, el popular Francisco Camps, se congratuló el miércoles de que "al fin" hubiera podido exponer ante Zapatero sus demandas y decirle que Valencia tiene cinco millones de habitantes cuando la financiación que recibe, fruto del modelo de 2001, es para cuatro millones. La respuesta del Gobierno vino después de que acabara la reunión con el presidente valenciano: "El nuevo modelo de financiación atenderá el incremento de población de las comunidades autónomas", señaló en una comunicación oficial.

Esto fue precisamente lo que pidió Camps, junto a los principios políticos de que "la negociación se haga en pie de igualdad entre todas las comunidades autónomas y el objetivo último sea la igualdad de todos los españoles, vivan donde vivan".

Casi en idénticos términos, haciéndolos suyos, se expresó el Gobierno central inmediatamente después de que Camps abandonara el Palacio de la Moncloa.