Bruselas agradece a Zapatero su "acertada y muy difícil" presidencia europea
Zapatero se apoya en los avances sobre el Gobierno económico de la UE para defender su gestión durante la presidencia español
José Luis Rodríguez Zapatero salvó ayer el balance de la presidencia española de la UE durante los pasados seis meses gracias los cálidos apoyos brindados por parte del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y del Parlamento Europeo Jerzy Buzek, dos hombres del Partido Popular Europeo (PPE). El presidente del Gobierno español tuvo la habilidad de concentrar su balance solamente en los logros en los que tuvo un consenso generalizado: "la aplicación sin fisuras del Tratado de Lisboa con la implantación de un nuevo equilibrio institucional con la Comisión, el Consejo y Parlamento y "el avance sustancial" hacia el nuevo Gobierno económico de la Unión y en la unidad sobre la política exterior con la creación del Servicio de Acción Exterior.
Barroso fue muy explícito al manifestar su respaldo. "Quiero rendir homenaje a España", dijo, "y a su presidencia del Consejo que ha sido muy positiva y acertada y que ha tenido lugar en un contexto difícil y muy especial". El jefe del Ejecutivo comunitario destacó "el firme compromiso personal del presidente Zapatero con Europa y con el espíritu y método comunitario que han sido esenciales para estos desafíos". Buzek, por su parte, elogió también la cooperación de la presidencia española con la Eurocámara destacando que "las presidencias rotatorias son ahora más importantes que antes" y que "la española ha sido un buen ejemplo para las presidencias siguientes". Buzek admitió que "hubo algunas complicaciones al principio pero después realizaron buenos progresos y lograron resultados. Es como la selección española en el Mundial de fútbol".
También encontró respaldo en las filas de los socialistas europeos, pero tuvo que escuchar severas críticas por parte de algunos eurodiputados del PPE, especialmente los españoles que calificaron la presidencia de "fracaso" en buena parte por las excesivas expectativas despertadas. El jefe de la delegación española del PPE, Jaime Mayor Oreja consideró que Zapatero no podía liderar la solución de la crisis "porque se había convertido en parte del problema". Más templado y distante, el líder de los populares en la Eurocámara, Joseph Daul, señaló las condiciones en que España había tenido que ejercer su presidencia en un clima de "un malestar social creciente" y lamentó la no celebración de la cumbre con Estados Unidos, que calificó de "ocasión perdida para relanzar la asociación transatlántica", que en su opinión es indispensable".
Para el portavoz de los liberales, el alemán Alexander Graf Lambsdorf, sin embargo, la presidencia española ha carecido de resultados. "En política económica la Presidencia se había propuesto un programa muy ambicioso pero el resultado ha sido decepcionante".
Pero las referencias al Mundial de fútbol, proporcionaron cierto desengrase a las puntas de tensión de algunas intervenciones. El propio Lambsdorf manifestó que "el semestre español es igual que el mundial de Fernando Torres, grandes expectativas pero decepción". En la misma línea Mario Mauro del PPE señaló que "este año España es una gran España: la del Bosque, Casillas, pero no la suya señor Zapatero". En su turno el presidente del Gobierno de Gobierno confió "con gran humildad" en que el partido entre España y Alemania permita "un día de alegría para los españoles".
Zapatero, que se encontró con la presencia de menos de la cuarta parte de los eurodiputados, optó por un tono discreto y ceñirse a un reducido número de logros durante su presidencia de la UE pero reaccionó con contundencia a las críticas más ásperas. Así fue cuando la eurodiputada euroescéptica Marta Andreasen, comparó a España con Zimbabwe, por las estafas sufridas por muchos británicos en la compra de inmuebles en la costa española. Zapatero rechazó categóricamente la comparación recordando que "España es un Estado de derecho que respeta y hace respetar las leyes". También sobre respondiendo a las acusaciones sobre la situación de la economía recordó que "España no había incumplido nunca el Pacto de Estabilidad, mientras que algún país lo había hecho siete veces.
Méritos y relevantes reveses
En materia de Gobierno económico de la Unión, Zapatero destacó "la puesta en marcha de nuevos instrumentos de cooperación", mencionando expresamente el mecanismo de rescate a Grecia "al que hemos sido los primeros en contribuir" y una nueva perspectiva más exigente para el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento". El fortalecimiento del Pacto se realizará mediante "incentivos y sanciones, tal y como defendió la presidencia española desde un primer momento", y por la que fue muy criticado y finalmente aceptado por los Veintisiete.
Y aunque no pudo presentarlo como un logro sino como una puesta a punto, Zapatero se mostró convencido de que la Unión contará "en pocos meses con un nuevo marco de regulación financiera" y que la publicación de los datos de solvencia bancaria a iniciativa de España, "va a permitir restaurar parte de la confianza que se ha puesto en cuestión durante los últimos meses".
El presidente del Gobierno incluyó también en la lista de los logros en materia económica la Estrategia 2020, que definió como una "estrategia más ambiciosa para nuestra competitividad, para la innovación, para la generación de empleo y la inclusión social". Sobre esta cuestión, el eurodiputado por Izquierda Unida, Willy Meyer, se mostró muy crítico a la vista de las secuelas que está provocando la crisis económica. En opinión de Meyer, "presida quien presida la Unión Europea, si no cambia la orientación económica de fondo, la UE está llamada a desmantelar el modelo social europeo. De ahí, la celebración de huelgas generales en Grecia, en Portugal, en Francia y en septiembre en España. Ésta es la respuesta de los trabajadores y de los pensionistas a la orientación que ustedes (la socialdemocracia) y la mayoría de la cámara han dado a la política económica europea".
En política exterior Zapatero destacó el acuerdo para poner en marcha el Servicio de Acción Exterior y las numerosas cumbres celebradas con Rusia, Japón, Marruecos y Canadá. El presidente del Gobierno, quitó relevancia al hecho de que no se hubiera celebrado la cumbre con Estados Unidos y consideró una decisión prudente aplazar la reunión de la Cumbre por el Mediterráneo, debido a "la situación de conflictividad" en al región. En relación a las relaciones con Washington, precisó que "aunque no hemos celebrado una cumbre con Estados Unidos hemos llegado a acuerdos de gran trascendencia como con Estados Unidos como "el pacto de cielos abiertos", que representa el 60% del tráfico aéreo y el llamado acuerdo Swift sobre transferencia de datos bancarios en la lucha contra el terrorismo".
También destacó la aprobación del mandato para negociaron la adhesión de la UE al convenio europeo de Derechos Humanos, la puesta a punto de la iniciativa ciudadana, pendiente de aprobación del Parlamento Europeo y los puesta avances sobre la orden europea de protección de las mujeres maltratadas.
Raul Romeva, vicepresidente de los Verdes encontró decepcionante la presidencia española. "Esta presidencia no ha fallado", dijo. "Y nos ha fallado". Añadió, porque en lugar de apostar por la Europa de los pueblos y los ciudadanos ha seguido apostando por la Europa de los Estados y los mercados".
Ramón Tremosa, eurodiputado por CiU, adscrito a los liberales se quejó por la imposibilidad de utilizar el catalán. "Señor Zapatero, dijo, les propuse para hoy el uso del catalán en esta cámara y usted no ha querido. Veo que usted comparte a nivel internacional el modelo lingüístico de la solución final".
Sin cambios en el Gobierno
En la rueda de prensa posterior a su intervención ante el Parlamento Europeo, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado a preguntas de los periodistas que no tiene "ningun intención" de llevar a cabo cambios en su Gobierno tras el semestre español.
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