Batasuna reclama al Gobierno su legalización para las municipales
Defiende el regreso a las urnas como un nuevo "paso" tras el anuncio de ETA
La izquierda abertzale avaló ayer las tesis que apuntaban a una vinculación de la tregua etarra con su estrategia política al reclamar al Gobierno su legalización ante las elecciones municipales del próximo año como gesto de respuesta al cese de las "acciones ofensivas" de la banda. A su juicio, y más allá de la polémica sobre si resulta suficiente o no, el anuncio de ETA supone un "paso importante" en el camino hacia un proceso democrático en Euskadi y corresponde dar el siguiente a un Ejecutivo socialista que hasta ahora "no ha movido un dedo".
Varios representantes de la formación ilegalizada, con Txelui Moreno y Marian Beitialarrangoitia como portavoces, comparecieron en Bilbao para realizar una segunda valoración de la tregua que de forma unilateral decretó ETA el domingo. Aunque el comunicado de alto el fuego de la banda no recoge las condiciones de "permanente y verificable" que la propia Batasuna había puesto sobre la mesa, los dirigentes abertzales quisieron destacar la "gran magnitud" de un pronunciamiento que, en su opinión, reporta "esperanza" a la sociedad vasca en su camino "hacia un escenario de no violencia y normalización".
Exigen abolir la ley de partidos, pero ayer no condenaron la violencia
Moreno definió el cese de las acciones armadas como requisito para una nueva etapa política en Euskadi y emplazó al Gobierno central a dar "nuevos pasos, aunque sean insuficientes", para actuar con "corresponsabilidad". Fue en este punto donde la izquierda abertzale reclamó la derogación de la Ley de Partidos y su legalización de cara a los comicios locales de 2011 como "uno de los mínimos democráticos" para transitar hacia un marco de paz. Preguntados expresamente por ello, no condenaron la violencia.
El municipal no deja de ser el ámbito electoral de mayor relevancia para Batasuna por la representación y los ingresos que conlleva. En este sentido, Moreno recalcó ayer que la izquierda abertzale ya ha hecho pública su apuesta exclusiva por las vías políticas e insistió en que se trata de una decisión firme que no se verá alterada por el proceder del Ejecutivo. "Solo pedimos derechos que están internacionalmente reconocidos y que se pueda defender cualquier proyecto político", esgrimió.
Aunque prioritaria, la legalización no es el único requisito que figura entre los mínimos consensuados por Batasuna y EA como base para un proceso democrático en Euskadi. Junto a la exigencia a ETA de un desarme total y verificable internacionalmente, también quedan recogidos el acercamiento de los presos a las cárceles vascas, el fin de su "humillación" y la liberación de los reclusos con enfermedades graves, así como la reparación y reconciliación de todas las víctimas.
EA se encargó ayer de trasladar esos principios al PNV. Lo hizo durante una reunión de más de una hora que los líderes de ambas formaciones, Pello Urizar e Iñigo Urkullu, respectivamente, mantuvieron en Bilbao al mediodía y en la que aprovecharon para analizar el nuevo escenario surgido tras la tregua unilateral decretada el domingo por ETA.
Programado antes de que la banda hiciera su anuncio, el encuentro se enmarcaba en la ronda de contactos iniciada por EA con el objetivo de dar a conocer el acuerdo de bases que firmó con Batasuna el pasado 20 de junio para impulsar un Estado vasco independiente. Ninguna de las formaciones, sin embargo, quiso dar publicidad a una reunión que llegaba precedida por la polémica.
A finales de julio, el PNV se negó a mantener un encuentro a tres bandas con los partidos impulsores del llamado polo soberanista y les remitió a citas por separado. Tras una primera reunión con responsables de la izquierda radical, ayer fue el turno de EA.
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