Aprietos en la 'transizione' de Endesa
La italiana Enel toma el timón de un grupo reducido en su tamaño e inversiones
Endesa, reducida en su tamaño y en sus ambiciones y capacidades inversoras, pasó el martes la penúltima página en la agitada y dilatada pugna abierta por su control y negocios, aunque su gestión continuará todavía varios meses circunscrita al día a día e hipotecada en las decisiones de mayor calado u horizonte al consenso entre dos socios -la italiana Enel
y la española Acciona- que aún conviven pero que tienen ya pactadas las condiciones económicas y los tiempos de su divorcio.
El consejo de administración de la eléctrica, tal y como estaba previsto, nombró presidente de la compañía a Borja Prado Eulate en sustitución de José Manuel Entrecanales, pero el primero no va a disponer ya de funciones ejecutivas, que recaen de forma conjunta y mancomunada en el vicepresidente, Andrea Brentan, un hombre de Enel, y en el veterano consejero delegado, Rafael Miranda, que sigue al menos temporalmente en el cargo; y el segundo, presidente de Acciona, ha cedido su puesto como vocal en el consejo de gobierno de la eléctrica a Jorge Vega-Penichet, secretario del consejo de administración de su propio grupo empresarial.
Enel gestiona Endesa, pero con cortapisas hasta que salde la deuda con Acciona
Será Miranda quien decida posiblemente si sigue de consejero delegado en Endesa
La matriz italiana, que está literalmente harta de las continuas especulaciones y rumores en prensa española sobre sus intenciones en Endesa o sobre la continuidad o remoción de sus principales ejecutivos, guarda hoy silencio y remite a quien pregunta a los acuerdos suscritos con Acciona. Un pacto articulado en dos fases. En la primera, Enel pagó 9.600 millones de euros en efectivo a Acciona y 1.500 millones por el dividendo de Endesa. En la segunda, el grupo controlado por la familia Entrecanales comprará 2.105 megavatios en activos eólicos e hidráulicos de Endesa en España y Portugal, por los que pagará 2.900 millones. Acciona los integrará en su división de energía.
Tienen hasta el día 20 de agosto de plazo para la materialización del contrato en todas sus partes, y será a partir de entonces cuando abandonen el consejo de Endesa los representantes del grupo controlado por la familia Entrecanales (Carmen Becerril, Fernando d'Ornellas, Valentín Montoya y Esteban Morras, además del citado Vega-Penichet), y asuma Enel en solitario la gestión y la estrategia de la eléctrica española a corto, medio y largo plazo.
Unas semanas después, ya en octubre, concluye el plazo para el blindaje por cambio de control de los directivos de la eléctrica, que incluye al propio consejero delegado, Rafael Miranda, y que contempla elevadas indemnizaciones. La marcha o la continuidad de Miranda, creen en la eléctrica, probablemente va a depender exclusivamente de lo que él quiera. En los últimos tiempos se ha ganado el respeto profesional y la amistad del consejero delegado de Enel, Fulvio Conti, agregan, y éste en principio no desea prescindir de sus servicios.
Entre tanto, hasta bien entrado el último trimestre del año, no va a haber otra cosa que "trabajo a reglamento", señalan en Endesa. La gestión del día a día está asegurada a través de una dirección consensuada, pactada por los mayores propietarios, y expresamente asumida por las dos personas designadas para ello: el vicepresidente Brenan y el consejero delegado Miranda. De la dirección financiera se encarga Paolo Bondi, en sustitución de Juan Gallardo, un hombre de Acciona, y otro italiano, Massimo Tambosco, es subdirector de este relevante área.
Frente a quienes hablan de una semiparalización de la gestión de la eléctrica española que se prolonga desde hace muchos meses y que va a proseguir hasta después del verano, fuentes de Endesa niegan la mayor y aducen que no se ha descuidado o se va a descuidar la gestión diaria ni se ha dejado de trabajar en el futuro de la compañía como prueba la reciente aprobación de un nuevo plan estratégico 2009-2013 en la eléctrica española.
No se ha descuidado en el último año la gestión pese a los innegables desencuentros y disensiones entre los dos grandes dueños de la eléctrica, apuntan fuentes no oficiales del grupo español, y prueba de ello son los 7.169 millones de euros de beneficio neto registrados en el ejercicio, un 168% más que en 2007, con la ayuda, eso sí, de la venta de las filiales europeas a E.ON, por las que obtuvo unas plusvalías de más de 4.500 millones. Sin tales extraordinarios, los beneficios de Endesa sólo crecieron un 5,8% y se situaron en 2.371 millones.
En cuanto al nuevo plan estratégico de Endesa, se hizo público apenas unas semanas después del acuerdo de un desembolso de 11.100 millones de euros por parte de Enel a Acciona por su 25% de la eléctrica española, lo que le permite a la italiana alcanzar el 92% de su capital y llevar las riendas en solitario. El plan estrategico es a cinco años y contempla una fuerte reducción, de 24.000 millones a 13.500 millones de euros, en las inversiones previstas por el mismo plan un año antes. Una reducción de inversiones que, según apuntan algunos analistas, casi coincide en su importe con el citado desembolso de Enel a Acciona.
Mantenimiento y poco más
Las intenciones de Enel en Endesa se entrevén ya en el contenido del plan estratégico 2009-2013 hecho público hace unas semanas. Hay un drástico recorte en las inversiones quinquenales previstas y anunciadas hace un año para Endesa, que pasan de 24.400 millones de euros a 13.500 millones, un 45% menos, y que se ha justificado y calificado de "ejercicio de racionalidad" por el grupo italiano y por el consejero delegado de Endesa. Explican el recorte de inversiones, entre otras razones, en la supresión de la partida destinada a fusiones y adquisiciones (6.000 millones), en la complicada coyuntura internacional para nuevas operaciones corporativas y en el descenso del consumo eléctrico que va a mermar también los ingresos en muchos de los mercados en los que opera.
Los analistas, sin embargo, atribuyen también el recorte inversor a dificultades financieras en Enel, que tiene que hacer frente a una deuda de 50.000 millones de euros, a la que debe sumar aún la factura por el paquete de Acciona en Endesa. Los ingresos y los dividendos de la española deben ser una especie de bálsamo para aliviar esa situación.
De los 13.500 millones de inversiones del plan de Endesa, el grueso (un 59%) se destina a operaciones de mantenimiento. Los italianos creen que es tiempo de consolidar sus adquisiciones en España, y de centrar los recursos de Endesa en mejorar la eficiencia energética, la calidad del suministro y la percepción de la compañía en las distintas regiones en las que opera.
La Comisión de la Energía, según ha informado Cinco Días, ha acordado sin embargo solicitar información detallada a Enel sobre las inversiones previstas por Endesa. Basa su petición en la obligación que tiene como organismo regulador de velar por el buen funcionamiento de las actividades reguladas que actúan como monopolio natural, son concesión del Estado y son retribuidas con los ingresos de la tarifa que pagan los consumidores. -
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