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Un modelo de negocio que podría irse al traste

La crisis crediticia global podría haber provocado el declive en el consumo y en el gasto empresarial que está asediando a los gigantes de la alta tecnología. Pero a medida que las empresas dominantes de tecnología intentan salir de este atolladero, podrían terminar culpando a gente como David Title al igual que culpan a Wall Street.

Title, de 35 años, director de nuevos medios de una productora cinematográfica de Nueva York, ha cancelado su suscripción de televisión por cable y ahora casi siempre la ve por Internet, gratis. Cuando fue a comprar un portátil para su novia hace poco, evitó los ordenadores más caros y con más prestaciones y eligió un sencillo Asus EeePC de unos 155 euros, también conocido como netbook.

"Hemos llegado a uno de esos momentos en la historia de la tecnología en los que las alternativas de bajo coste y gratuitas son lo suficientemente fáciles de usar y fiables como para hacer el cambio", explica Title. "Y luego está la ventaja adicional de ahorrar dinero".

Ahora lo que se teme es que los consumidores y las compañías que tengan la misma mentalidad de reducción de costes hagan mella en las empresas de la industria de la tecnología de la información con grandes márgenes, lo que podría ralentizar algunas tecnologías y a algunas empresas, pero podría impulsar a otras.

Esto ya ha ocurrido antes. El pinchazo de la burbuja de las puntocom a principios de esta década derribó empresas de altos vuelos como Sun Microsystems y America Online, pero creó el marco para una nueva generación , como Google y otras empresas innovadoras de programas para Internet, como Salesforce.com, que se fundaron rompiendo con el statu quo.

Las recesiones "pueden hacer que la gente piense más en el uso eficaz de sus activos", dice Craig R. Barrett, presidente saliente de Intel, que ha visto 10 crisis así en su larga trayectoria profesional. "En los buenos tiempos, puedes despreocuparte un poco y no centrarte tanto en la eficiencia. En las malas rachas, te ves obligado a buscar, si la hay, tecnología" que ayude.

Entonces, ¿quién ha subido y quién ha bajado? La valiosa franquicia de Windows de Microsoft parece vulnerable después de dos décadas de dominio. Los ingresos generados por el sistema operativo Windows cayeron por primera vez durante el último trimestre de 2008, y Microsoft ha anunciado que va a despedir a 5.000 empleados. La popularidad de Linux, un sistema operativo libre instalado en muchos netbooks, ha obligado a Microsoft a bajar los precios de Windows para poder competir. Los procesadores de elevada potencia de Intel también se ven asediados: sus ingresos se desplomaron un 23% el pasado trimestre.

Mientras, las tecnologías más experimentales pero de bajo coste, como los netbooks, servicios de software basados en Internet ("informática en la nube") y la virtualización, que permite que las empresas utilicen más programas en cada servidor, están en auge.

El único punto brillante en el sector de los PC son los netbooks. Los analistas de la empresa de investigación Gartner aseguran que sus ventas pasaron de 500.000 unidades en el primer trimestre del año pasado a 4,4 millones en el tercer trimestre de 2008.

Dos gigantes, Hewlett-Packard y Dell, dejaron pasar la primera oleada de estas máquinas diminutas y medio desnudas, lo que permitió que Acer, de Taiwan, se hiciera con este sector del mercado. Acer desbancó a Apple del puesto número 3, por detrás de HP y Dell, cuando sus ventas se dispararon un 55%. Dell y HP están fabricando estos equipos ahora.

"Puede que la época de los portátiles Rolls-Royce y la informática de alta gama no esté completamente acabada", explica Charles King, analista independiente de Hayward, California. "Pero no cabe duda de que el público para este tipo de productos empequeñece".

Las empresas también han empezado a analizar aquello de lo que pueden prescindir y lo que pueden hacer de otra manera, y sus decisiones podrían alterar el paisaje competitivo y lucrativo de la informática de empresa.

Con la esperanza de ahorrar dinero, Arista Networks, una nueva empresa con sede en Menlo Park, California, tiene gran parte de sus procesos tecnológicos internos por Internet o "en la nube". En lugar de comprar su propio hardware y sus sistemas de software como los de Microsoft u Oracle, optó por servicios de correo electrónico y de documentos online de Google y programas de venta por Internet e industriales de Netsuite, con sede en San Mateo, California. Está gastando una quinta parte de lo que se gastaría en la tecnología habitual, según Jayshree Ullal, el consejero delegado de Arista. "Creo que un 80% de las nuevas empresas de alta tecnología y de las pymes están haciendo lo mismo que nosotros", asegura.

Linux ha resultado ser muy popular en una nueva cosecha de dispositivos más pequeños, ya sean teléfonos, televisores o decodificadores digitales, que han atrapado la imaginación de los desarrolladores de programas. Los nuevos productos que construyan desafiarán sin duda el statu quo. "Empresas como Intel, Qualcomm y Texas Instruments, que fabrican procesadores para estos dispositivos están contratando talentos de Linux tan rápidamente como les es posible", afirma Jim Zemlin, director ejecutivo de la Fundación Linux. "Saben que el futuro son los netbooks y los dispositivos móviles".

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