El Ejército de Pakistán continúa su ofensiva contra el principal feudo talibán
Más de 28.000 soldados participan en la operación militar que se prolongará "mucho tiempo".- Miles de civiles buscan refugio en regiones vecinas
El Ejército paquistaní prosigue su avance en el feudo talibán de Waziristán del Sur, donde las fuerzas de seguridad lanzaron ayer una ofensiva contra la insurgencia talibán. Fuentes militares ya han anunciado que el ataque contra el núcleo insurgente se prolongará durante "mucho tiempo".
La ofensiva arrancó tras cuatro meses de preparativos con un asalto terrestre contra la región. que está considerada como el principal santuario de los radicales islamistas fuera de Afganistán. Desde allí, los insurgentes han organizado atentados terroristas en todo Pakistán, contra las fuerzas de EE UU y de la OTAN al otro lado de la frontera, e incluso en Occidente, informa Ángeles Espinosa.
Desde el comienzo de la ofensiva del Ejército pakistaní han muerto al menos 60 insurgentes y 5 soldados, según fuentes militares. En las zonas de Nawazkot, Shahwangi y Khesora, donde al menos 15 refugios de la insurgencia han sido destruidos. El Ejército ha desplegado durante los últimos meses un mínimo de 28.000 soldados y paramilitares en la región, que tendrán que hacer frente a una red insurgente compuesta por hasta 10.000 hombres, según cálculos militares.
La operación, bautizada Camino de Salvación, amenaza además con provocar un nuevo éxodo de civiles. Decenas de miles ya han abandonado la zona en los últimos meses.Un portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados cifró ayer en más de 250.000 los civiles que han huido de la región ante el inicio de la ofensiva contrainsurgente del Ejército paquistaní.
Hasta ahora, los nuevos desplazados han encontrado acomodo en casas de familiares en las comarcas vecinas de Banu, Dera Ismail Jan y Tank, en Waziristán del Norte. Tampoco parecen tener otra alternativa. Las autoridades no han preparado campamentos y la ONU, cuyo Programa Mundial de Alimentos fue objeto de un atentado suicida a principios de octubre, tiene problemas de seguridad para enviar personal a la zona.
Waziristán del Sur, la más hostil de las siete agencias semi autónomas del cinturón tribal paquistaní, se convirtió en un santuario yihadista desde la intervención estadounidense en Afganistán en 2001, tras el 11-S. Los miembros de Al Qaeda y los talibanes que huían de los bombardeos encontraron hospitalidad en las tierras de los Mehsud, una de las dos principales tribus de la zona, cuyos hombres constituyen la más poderosa banda armada islamista del noroeste de Pakistán. Según el Ejército, desde sus dominios se han lanzado el 80% de los dos centenares de atentados suicidas que el país ha sufrido desde 2007, y también la ola de ataques de las dos últimas semanas
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