Cuba dispuesta al diálogo con EE UU, pero no al 'intercambio' de gestos
La Habana, que no estará presente en la Cumbre de las Américas, pretende un diálogo con Washington de tú a tú
Cuba está excluida de la V Cumbre de las Américas...Pero es evidente que los días de su aislamiento en la región terminaron. En los últimos seis meses una decena de presidentes latinoamericanos han pasado por La Habana, incluido el líder indiscutible del hemisferio, el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva; también aliados naturales del Gobierno cubano, como el venezolano Hugo Chávez o el mandatario de Ecuador, Rafael Correa; y jefes de Estado que no ocultan sus diferencias con La Habana, encabezados por la argentina Cristina Fernández y la chilena Michele Bachelet.
Han estado en Cuba gobernantes de tres países centroamericanos: Daniel Ortega, de Nicaragua; Martín Torrijos, de Panamá; y Álvaro Colom, de Guatemala, nación que hasta hace poco no tenía siquiera relaciones diplomáticas con la isla. Incluso las más altas autoridades de Trinidad y Tobago, donde se celebra la cumbre, han viajado recientemente a La Habana para invitar a Raúl Castro a que visite Puerto España "cuando desee".
Todos han expresado su rechazo al embargo norteamericano y su deseo de que la isla regrese a las instituciones políticas regionales. Cuba se ha dejado querer y ha dado las gracias, aunque el presidente Raúl Castro y su hermano Fidel han expresado que no les interesa pertenecer a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Raúl Castro dijo que la OEA tiene que "desaparecer", al llegar el jueves a Venezuela para participar en una reunión de la Alternativa Bolivariana para Nuestra América (ALBA), convocada por Hugo Chávez en vísperas de la Cumbre de Trinidad y Tobago. Días antes, Fidel Castro sostuvo que Cuba no pediría "de rodillas a la OEA ingresar a la infamia"."Nos ofende, incluso, al suponer que estamos deseosos de ingresar", dijo.
Que la correlación de fuerzas en el continente ha cambiado, es obvio. Tanto ha cambiado que por primera vez Cuba puede 'sabotearle' a un presidente de Estados Unidos una Cumbre de las Américas, donde Washington es el gallo del corral. Sino 'sabotearle', al menos hacérsela invivible a Barack Obama con el tema del embargo e impedir, con la intervención de sus aliados, que se llegue a un consenso para la declaración final.
Obama llega a Puerto España con un primer gesto hecho hacia Cuba y la región: ha eliminado las restricciones a los viajes y remesas de los cubanoamericanos. El presidente estadounidense cree que Cuba debe dar ahora alguna "señal" para avanzar en el camino de la distensión. Sin embargo, Raúl Castro ya ha dicho que su país no acepta una dinámica de "gesto por gesto".
En la cumbre del ALBA Raúl Castro se volvió a mostrar dispuesto a dialogar con Estados Unidos sin ninguna limitación. Si quieren, dijo, se puede hablar "de derechos humanos, de libertad de prensa, de presos políticos... Todo, todo, todo de lo que quieran discutir", pero de tú a tú.
La normalización de las relaciones entre ambos países no es sencilla. Y en el ajedrez político de Cuba y Estados Unidos todo cuenta...
La Cumbre de Trinidad y Tobago es un buen termómetro para medir buenas voluntades: si, por ejemplo, los aliados de La Habana no convierten el tema de Cuba en un clavo ardiendo y dan a Obama la cumbre "pacífica" que reclama, EE.UU tomará nota. Y todo lo que haga y diga Barack Obama sobre Cuba, en la sesión plenaria y en las entrevistas bilaterales, será seguido con extrema atención en los despachos oficiales de La Habana.
Ayer, Hugo Chávez, al concluir la Cumbre del ALBA, dijo que los países que integran esa organización (Cuba, Bolivia, Venezuela, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Dominica y San Vicente y Granadinas) plantearían que la exclusión de Cuba, entre otras razones, impedirá que haya consenso en Trinidad y Tobago... La partida del deshielo ha comenzado.
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