Pakistán recibirá 3.800 millones en dos años para luchar contra la pobreza y el extremismo
Más de 30 países aportan fondos para evitar que el caos económico en el país alimente las filas islamistas
Más de una treintena de países, con Japón y EE UU a la cabeza, han comprometido un total de 5.000 millones de dólares (3.800 millones de euros) para ayudar económicamente a Pakistán y evitar que la miseria alimente el extremismo y dé alas a los talibanes y a Al Qaeda. La cifra supera las expectativas del Banco Mundial y Japón, organizadores de la conferencia de donantes celebrada hoy en Tokio, en la que el presidente paquistaní, Ali Asif Zardari, ha prometido endurecer la lucha contra los islamistas radicales.
La comunidad internacional considera clave a Pakistán en la lucha contra el terrorismo islamista internacional, dado que muchos de los talibanes afganos que intenta combatir la coalición militar presente en Afganistán se refugian en suelo paquistaní. Los esfuerzos del Gobierno de Islamabad por combatir a los radicales no están teniendo el éxito deseado y, tras la caída del régimen de Pervez Musharraf, el país se desliza cada vez más hacia el caos. Occidente teme que esa deriva, también económica, en Pakistán, que tiene el arma nuclear, contribuya a debilitar la lucha contra los extremistas y, por tanto, a fortalecerlos. El presidente de EE UU, Barack Obama, considera a Pakistán clave para el éxito de su nueva estrategia para el país vecino, Afganistán.
La cantidad comprometida por los donantes supera los 4.000 millones de dólares que Pakistán esperaba conseguir y lo que el Banco Mundial y Japón auguraban. De esos fondos, la mayor cantidad corresponde a Japón y Estados Unidos, con 1.000 millones de dólares cada uno. La UE aportará 485 millones de euros hasta 2013 para programas de educación, desarrollo rural y energía renovable. Además, Pakistán cuenta con un préstamo de 7.600 millones de dólares (5.700 millones de euros) del Fondo Monetario Internacional.
El presidente paquistaní, Alí Asif Zardari, ha asegurado durante la conferencia que hará todo lo que esté en su mano para desarrollar el país, estabilizarlo y combatir a los radicales. "Pese al hecho de que perdí a la madre de mi hijo [la ex primera ministra Benazir Bhutto, asesinada en 2007], he asumido el desafío de liderar Pakistán en estos tiempos difíciles, ha dicho Zardari. "Si perdemos, ustedes pierden, si perdemos, el mundo pierde", ha sentenciado.
El enviado especial de EE UU para Afganistán y Pakistán se ha felicitado por el "gran éxito" de la conferencia. "Se ha conseguido mucho más de lo que nadie esperaba", ha comentado. También el anfitrión de la cita, el primer ministro japonés, Taro Aso, se ha felicitado por los compromisos alcanzados. "Estoy convencido de que el firme compromiso de Pakistán reforzará la resolución de la comunidad internacional de apoyar a su Gobierno". "No podemos estabilizar Afganistán sin estabilizar Pakistán, y viceversa".
En el encuentro han participado representantes de 31 países y 18 organismos y agencias internacionales, entre ellos Holbrooke, la comisaria de Exteriores de la UE, Benita Ferrero-Waldner, y su colega iraní, Manuchehr Mottaki.
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