La Corte Penal Internacional emite una orden de arresto contra el presidente de Sudán
La justicia internacional crea un precedente al acusar a El Bashir todavía en ejercicio.- Se le imputan crímenes de guerra y de lesa humanidad en Darfur.- Sudán dice que no entregará al presidente
La Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, ha emitido este miércoles una orden de arresto contra el presidente sudanés, Omar Hasan el Bashir, por crímenes de guerra y de lesa humanidad en la región sudanesa de Darfur. La acusación contra el presidente sudanés está vinculada a su papel en la guerra de Darfur, que estalló en febrero de 2003 y que ha causado unos 300.000 muertos y ha obligado a dos millones y medio de personas a abandonar sus hogares, según cálculos de la ONU.
El fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, ha asegurado este miércoles que el presidente sudanés podría ser arrestado en cualquier país de los 180 miembros de la ONU a partir de la orden de arresto emitida por la justicia internacional. En una entrevista emitida por el canal de televisión qatarí Al Yazira, Ocampo ha instado a los países miembros de la ONU a colaborar con la CPI.
"Visité Sudán en cinco ocasiones desde el comienzo de la investigación, pero no encontré cooperación por parte de los jueces sudaneses, por lo que decidí continuar con mi investigación", ha dicho el fiscal, que ha asegurado haber recogido un centenar de testimonios sobre los crímenes cometidos en Darfur por las fuerzas gubernamentales.
Sudán no entregará a El Bashir
En tanto, desde Jartum, el ministro de Justicia sudanés, Abdel Baset Sedrat, ha dicho este miércoles que su país no entregará al presidente. "La orden de detención es una decisión política, que ha sido preparada desde antes", ha afirmado Sedrat a los periodistas. El ministro ha insistido en que su país no tratará con la CPI, ni la va a reconocer porque este tribunal "no tiene competencia ni poderes en Sudán", y ha asegurado que "El Baahir continuará sus labores de forma habitual".
Tras conocerse la medida, Sudán ha decidido revocar las licencias al menos 10 agencias de ayuda extranjeras de Reino Unido, Francia y Estados Unidos, que trabajan en Darfur, en el oeste de Sudán. El Ministerio de Asuntos Humanitarios no ha dados detalles del por qué de la revocación de las licencias ni cuáles son las organizaciones afectadas. Un miembro de una de estas agencias ha dicho que esta decisión "tendrá un gran impacto en el trabajo humanitario en Darfur".
Asimismo, el asesor presidencial Mustafa Ozman Ismail ha afirmado que cuentan con apoyo de la Organización para la Conferencia Islámica, la Liga Arabe y la Unidad Africana, entre otras organizaciones internacionales y que algunos países vecinos de Sudán ya han señalado que no cumplirán con la resolución de la CPI como Egipto, Libia y Eritrea.
Decisión sin precedentes
El Bashir es otro jefe de Estado imputado por la justicia internacional, pero el primero en ejercicio por lo que la decisión no tiene precedentes. La CPI ha tardado en pronunciarse con esta orden de arresto porque el Gobierno de Jartum rechazó las acusaciones y advirtió que podrían "incendiar" la región. Muchos diplomáticos temían que pudiese interferir en el proceso de paz de la zona. Pero esta decisión supone un nuevo y controvertido paso en el camino de la justicia internacional. Antes que el mandatario sudanés, el yugoslavo Slobodan Milosevic, ya fallecido; y el liberiano Charles Taylor, han sido llevados ante tribunales internacionales -los creados para la ex Yugoslavia y para Sierra Leona.
El Bashir, por su parte, afirmó el martes que la Corte Internacional "se puede comer" la orden de arresto. "Quieren que nos preocupemos con sus asuntos, sus acusaciones (...) nosotros queremos decirle al pueblo, no estéis muy preocupados con estas decisiones. Nosotros queremos la respuesta", afirmó el presidente sudanés durante la inauguración de una presa en su país.
Exterminio
Las acusaciones contra el presidente El Bashir incluyen haber organizado personalmente una campaña de exterminio premeditado de tres tribus de agricultores -fur, masalit y zaghawa- en la que perecieron al menos 35.000 personas. Para ejecutarla, se valió de las fuerzas armadas y de las milicias paramilitares de origen árabe -conocidas como yanyauid- que han echado a los campesinos de sus tierras.
Según han denunciado diversas ONG y la ONU, más de dos millones y medio de civiles se han visto obligados a huir y permanecer en campos de refugiados por temor a las violaciones y el miedo. Para la organización Médicos Sin Fronteras, el conflicto de Darfur, región fronteriza entre Sudán y Chad, es una de las diez crisis humanitarias más graves y desatendidas del último año, según su último informe.
Protestas y celebraciones
La decisión de la Corte ha generado una reacción inmediata en el país africano y en otros lugares del mundo, donde se han sucedido concentraciones de signo contrario: protestas o celebraciones de la decisión de la CPI. En Jartum, miles de sudaneses han salido a la calle en el centro de la capital, cantando consignas de respaldo al presidente. "Continúa, continúa Bashir. Estamos contigo, guía", gritaban los manifestantes, al tiempo que criticaron a los países occidentales, sobre todo, a Estados Unidos. Además, de muchas pancartas con fotos de Bashir, en uno de los carteles podía verse un montaje fotográfico de un cerdo con la cara del fiscal Luis Moreno Ocampo. También en Amman, capital de Jordania, un grupo de sudaneses ha expresado su apoyo al presidente.
Por el contrario, en Londres, un grupo de personas originarias de la región de Darfur se ha concentrado frente a la embajada sudanesa tras una pancarta en la que se pedía "Justicia" y portando flores y carteles en los que se podía ver una imagen trucada con la cara de Bashir y el cuerpo de un reo sobre la leyenda "Bashir a la CPI". También en La Haya se ha producido una concentración por las víctimas de Darfur.
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