Al menos nueve muertos en un ataque a un convoy policial en el noroeste de Pakistán
Un atentado contra un cuartel de la policía paquistaní en Islamabad deja varios heridos
Al menos nueve personas han fallecido, entre ellas cuatro menores, a causa de una explosión de una bomba colocada al paso de un furgón de la Policía en el noroeste de Pakistán. Este el segundo atentado registrado el martes contra las fuerzas de seguridad, después de que un suicida se hiciera estallar frente a la sede de la Fuerza Anti Terrorista, ocasionando al menos 13 heridos.
Una fuente de seguridad ha explicado que la bomba fue activada a través de control remoto al paso del convoy policial, que portaba prisioneros por la zona de Chotia Tanar, en la demarcación de Dir, situada en la Provincia de la Frontera del Noroeste. La cadena británica BBC señala que la detonación ha impactado también a un autobús escolar y que la cifra de muertos la componen cuatro estudiantes, tres policías y dos de los prisioneros transportados.
Atentado contra la policía
Horas antes una gran explosión sacudió la sede de la Fuerza Anti Terrorista (ATF, por sus siglas en inglés) de la policía paquistaní a las afueras de Islamabad, en un nuevo desafío al Gobierno civil de Ali Asif Zardari informa Ángeles Espinosa. Según las imágenes difundidas por las cadenas de televisión locales, un lateral del edificio se hundido por completo. A pesar de lo espectacular del atentado, sólo 13 personas resultaron heridas, según precisó un portavoz oficial. En un principio las agencias de información mencionaron la posibilidad de que se registraran entre ocho y 12 muertes, una cifra que no ha sido confirmada por las autoridades.
A la una de la tarde (nueve de la mañana en la España peninsular) un Suzuki pick up se ha aproximado a la entrada del complejo policial, que también alberga una zona de viviendas para los agentes, paró ante las barreras de control y un hombre se bajó con dos cajas de dulces y se hizo estallar allí mismo. De inmediato, han comenzado a oírse las sirenas de los coches policiales y las ambulancias. La policía ha acordonado la zona, pero no pudo evitar la concurrencia de numerosos curiosos y que el atasco dificultara el acceso de los servicios de socorro.
Afortunadamente el edificio de la ATF se encontraba casi vacío porque era la hora del almuerzo y los funcionarios habían salido a comer. Además, la mayoría de los policías se encuentran desplegados para proteger la sesión conjunta de las dos Cámara del Parlamento que se celebra desde ayer para abordar el desafío que la insurgencia presenta para el Estado y tratar de alcanzar consenso para hacerle frente.
En lo que va de año cerca de 700 atentados se han cobrado la vida de al menos 4.000 personas, la mayoría civiles. El 20 de septiembre, un terrorista suicida empotró un camión cargado de explosivos contra el hotel Marriott dejando 60 muertos y varios heridos. El hotel se encontraba en una de las zonas más protegidas de Islamabad, donde se hallan las sedes del Parlamento, la Presidencia y la oficina del Primer ministro. Desde entonces, otros dos suicidas han atentado contra sendos dirigentes políticos de un partido aliado con el Gobierno y otro de la oposición, poniendo de relieve la precaria situación de seguridad del país ante la parálisis de su clase política y las profunda división de su sociedad sobre las causas del terrorismo que les azota.
Ofensiva contra milicias
Al menos siete personas han muerto en un segundo ataque contra las fuerzas de seguridad este jueves. Una bomba colocada al paso de un furgón de la Policía en el conflictivo noroeste de Pakistán ha causado el incidente, señala la agencia EFE de acuerdo a informes de la agencia estatal APP. La bomba ha sido activada a través de control remoto al paso del convoy policial, que portaba prisioneros por la zona de Chotia Tanar, en la demarcación de Dir, situada en la Provincia de la Frontera del Noroeste.
En dos ataques aéreos del ejército contra posiciones de las milicias del Mulá Fazlulá, 20 supuestos rebeldes han fallecido en un valle del noroeste del país, de acuerdo a fuentes militares. La ofensiva ha sido dirigida contra una guarida y un centro de entrenamiento de las milicias de Fazlulá, quien se alzó a finales del pasado año como el líder de la revuelta islámica en el valle de Swat. "Veinte milicianos, incluidos varios destacados comandantes, murieron, pero Fazlulá escapó", han asegurado fuentes militares. Los objetivos del doble ataque aéreo se encontraban a diez kilómetros al noroeste de Mingora, la principal localidad de Swat.
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