Crece la tensión en Zimbabue
La represión del régimen de Mugabe se apodera del país mientras se suceden las condenas internacionales
La situación de Zimbabue no hace más que empeorar por momentos a tres días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, si terminan por celebrarse, mientras se suceden las condenas a la represión llevada a cabo por el déspota Robert Mugabe, actual presidente del país.
Si ayer la Unión Africana y la ONU se plantaron ante Mugabe, el último en sumarse a este cada vez más largo y ruidoso listado de voces críticas ha sido el líder del Congreso Nacional Africano (ANC) y presumible futuro presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, que ha declarado que la situación en Zimbabue "se ha ido de las manos". Ante la ola de arrestos de opositores que han venido dando desde hace semanas, Zuma ha pedido la intervención urgente tanto de la ONU como de la Comunidad de Desarrollo Surafricano (SADC, en sus siglas en inglés) para reconducir al país a cierta calma.
Pero Zuma no ha sido el único en desmarcarse del dictador zimbabuense. El presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, ha instado a que se aplacen las elecciones. "He sido informado de que los soldados entraron el domingo 22 de junio en el domicilio de (el dirigente opositor) Morgan Tsvangirai para buscarle y que sólo pudo salvarse, alertado por sus amigos, porque huyó a toda prisa pocos minutos antes", ha recalcado el senegalés después de pedir una solución para Zimbabue que pasaría por cancelar el proceso electoral.
Tsvangirai, líder del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC, en sus siglas en inglés) ha tenido que refugiarse en la embajada de Holanda ante el temor de ser asesinado por el entorno de Mugabe. El máximo representante de la oposición ha asegurado hoy que tiene previsto abandonar la embajada holandesa siempre y cuando tenga "garantías" de que su vida no corre peligro.
Hasta ahora, Mugabe, de 84 años y que gobierna desde 1980, no ha reculado ante las declaraciones internacionales. Su régimen no ha mostrado un solo signo que pueda dejar abierta la posibilidad de de reconsiderar la situación. Mientras tanto, Tsvangirai, quien el pasado fin de semana anunció oficialmente la retirada de su candidatura, ha insistido que no se va a presentar a los comicios pese a ganar la primera vuelta con el 49% de los votos. "Sería ridículo presentarse en unas elecciones de este tipo, ésta es una competición de un solo hombre", ha dicho el líder opositor.
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