Un rebote fastidia a Emery
El Valencia pierde al final la ventaja del gol de Mata tras una jugada afortunada del Lille
Le sobraron cinco minutos a Emery para que le saliera la jugada perfecta: reservar a casi todos los titulares para la Liga y ganar en Lille con unas gotitas de calidad de uno de ellos. Mata marcó un minuto después de entrar en el campo (m. 77) , tras un sutil toque con la zurda cuando entraba por el carril del interior derecho. Aprovechó de primeras un preciso pase interior de Joaquín. Mata afila en cada jornada la definición, siempre al primer toque, señal de que, antes de disparar, ya sabe dónde quiere el balón: así marcó ante el Sevilla, frente al Valladolid y ayer otra vez. Eran los mejores momentos del Valencia, lanzado por la presencia intimidatoria de sus tres figuras (Mata, Villa y Banega) cuando, inesperadamente, el único de los titulares que había sido alineado desde el principio, Bruno, chocó contra el infortunio. Su despeje golpeó en la cara de Hazard y el balón cayó en los pies de Gervinho, que batió a César por debajo de las piernas. En el único fallo del meta vallisoletano, que había parado las embestidas francesas con gran valor (y una espectacular zamorana incluida).
Lille 1 - Valencia 1
Lille: Butelle, Beria, Rami, Chedjou, Emerson, Dumnto, Balmont (Mavuba, m.76), Obraniak, Hazard, Aubameyang (Frau, m.63) y Vittek (Gervinho, m.69).
Valencia: César, Bruno, David Navarro, Maduro, Mathieu, Joaquín, Albelda, Míchel, Jordi Alba (Mata, m.76), Miku (Banega, m.66) y Zigic (Villa, m.81).
Goles: 0-1, m.77: Mata. 1-1,m.86: Gervinho
Árbitro: Dan Tudor (RUM). Amonestó por el Valencia a Bruno, Maduro y Jordi Alba; por el Lille a Balmont
Incidencias: partido disputado en el estadio Metropole-Lille ante 15.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
En realidad, el Lille mereció el empate. Se impuso, por rapidez y movilidad, en el centro del campo. Al menos hasta que entró Banega y cambió el ritmo del encuentro. De repente, el mediocentro argentino se ha hecho imprescindible para el Valencia, que lo necesita como el respirar para que le marque los tiempos. Sin él, el balón le dura al equipo un suspiro. El partido le dio la razón a Emery, que no ve a Míchel de mediocentro, donde jugó ayer, sino de media punta. Fue una sombra del centrocampista que se espera de él.
Hasta que entró Banega, el Valencia abusó de los pelotazos, enviados casi siempre por David Navarro, que no es Beckenbauer, precisamente. Quizá porque arriba esperaban la pelota dos torres como Zigic y Miku, que recibieron casi siempre en desventaja.
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