El Numancia compromete a Arconada

La esperanza nace de los hechos y, el Numancia, consciente de sus límites, intenta explotar su realidad. Con encomiable fe venció al Almería de un Arconada que volvía a Los Pajaritos, donde tiene más cartel que en su club, cuya afición se muestra critica con su equipo. Con ambición y formas, el Numancia fue más digno que un Almería con poco ánimo y acierto, que ni siquiera encontró fuerzas para aprovechar la expulsión de Barquero.

A nadie se le escapaba la importancia del partido, más allá de los puntos en juego. Porque por mucho que el Almería actual intente comparar lo que consiguió el la temporada pasada con Unai Emery en el banquillo, asegurar la permanencia debería de ser el escenario al que acogerse, el hito a conseguir. Con menos distancia futbolística de la aparente y sin grandes individualidades en ambos equipos, el choque se iba a dirimir en la intensidad. Y el Numancia actuó con una marcha más que el Almería. Los sorianos se aplicaron con más arrojo y prestaciones. Dos remates al mismo palo en la misma jugada, de Ortega y Pavón, avisaron al Almería de lo que se iba a encontrar. Los equipos con menos recursos se agrandan en su casa a través de las jugadas a balón parado, que forman parte y mucho en el juegoEl conjunto andaluz replicó instantáneamente con un saque de esquina que terminó en penalti por un agarrón de Cisma a Soriano, uno de tantos que se producen en cada partido y que obvian la mayoría de árbitros. No lo hizo Muñiz Fernández, el colegiado del encuentro. Solari, recambio del sancionado Negredo, lo convirtió en gol.

Con el ánimo encrespado, el Numancia no se descompuso, y niveló el marcador al poco rato tras una perfecta internada y finta de extremo puro de Quero, que rompió el corsé a Bruno, y a la que Del Pino dio brillo. El protagonismo pasó a corresponder al conjunto de Sergio Kresic, que no estaba conforme con lo que dictaba el marcador. Su rebelión se consumó al inicio del segundo periodo tras conseguir Goiria, en posición de fuera de juego, el gol que alimenta al Numancia y que cuestiona el futuro a Gonzalo Arconada y las prestaciones del Almería.