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FÚTBOL | GETAFE 2 - RACING 1

Getafe le come la moral al Racing

A tres días de la semifinal de Copa, Gavilán y Uche remontan el gol de Smolarek

Wolfgang Dremmler asistió ayer estupefacto a la remontada del Getafe sobre el Racing. El espía del Bayern, rival del conjunto de Michael Laudrup en los cuartos de final de la Copa de la UEFA, sólo tenía informes de Abbondanzieri y De la Red. El resto del equipo era, simplemente, un enigma. El subcampeón del mundo en España 82 tomó nota de la habilidad del grupo madrileño al contragolpe en un duelo a cara de perro cuando menos se pensaba, a tres días de la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey (3-1 en el Coliséum).

Y eso que el encuentro empezó de lo más tranquilo. Con la cabeza en Santander, Laudrup y Marcelino dieron descanso a algunos titulares. Como ante el Benfica, el técnico danés dio carrete a Tena y De la Red. Su colega asturiano también dejó en la caseta a Pinillos y Garay. Y, claro, las delanteras explotaron el filón. El primero en hacerlo fue Smolarek, que sorprendió a Abbondanzieri al cabecear a la carrera un centro de Moratón entre Tena y Licht. El Pato hizo la estatua tras el delicioso giro del polaco, que con un fino movimiento de cuello mandó la pelota pegada al palo derecho. Media hora antes, Iturralde González le había anulado un gol por presunto fuera de juego.

A partir de ahí, el Getafe se enchufó. A un paso de volver a perder tras diez partidos invicto, se despertó de una larga modorra. Con De la Red enfrascado en las tareas defensivas, Casquero y Celestini tomaron el bastón de mando. Cumplieron su tarea, pero, una vez más, Pablo Hernández fue el reactivo de la escuadra madrileña, que aguó la fiesta del Racing como mejor sabe. A la contra. El Getafe ensanchó el campo ante una zaga de plastilina. En cuanto abrió el juego por las bandas, Marcano y Oriol perdieron el sitio. Eso sí, el joven central se portó bajo los palos cuando asumió los galones de Toño, expulsado por dar una patada a Gavilán tras el gol del extremo valenciano. No fue el único que se marchó a la caseta: Braulio le acompañó en la misma acción. El canterano del Atlético pecó de egoísta y terminó antes de tiempo en la ducha por segunda vez consecutiva.

Aunque no aprovechó dos ocasiones delante de Marcano, Uche salvó la imagen de la delantera local. Tras cuatro partidos en la enfermería por una cicatriz que le provoca unas molestias a las que los médicos no encuentran explicación, el nigeriano logró el gol del empate en un remate cruzado. Cómo no, la asistencia fue una factura más de Pablo Hernández al segundo palo. También llegó por ahí el gol de la remontada, cuando Gavilán remató otro balón por alto. Los únicos que defendían eran Colsa y Sergio Sánchez, un síntoma de la pájara que le dio al Racing, que no se sobrepuso al palo cuando mejor lo tenía. Podrá vengarse en menos de 72 horas con un puesto en la final de la Copa del Rey en juego.

Uche
UcheAS

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