Rajoy se prepara para gestionar la victoria
Las encuestas internas del PP le dan entre uno y tres puntos de ventaja
Queda sólo un día de campaña electoral y en el entorno de Mariano Rajoy se respira optimismo. La dirección está convencida de que el PP ganará las europeas. Ninguna de las miniencuestas diarias que realizan augura una derrota. El margen está entre uno y tres puntos por encima del PSOE, según varias fuentes de la dirección. Por eso Rajoy, convencido de que la victoria está cercana, se dedicó ayer a un solo objetivo: animar el voto de los suyos, de los convencidos. Los populares creen que su voto está mucho más movilizado que el socialista, y que eso, sumado a la abstención, les hará ganar.
Pero el principal problema de Rajoy no es externo sino interno. Él y su entorno están preparando estos días la gestión de esa victoria en el caso de que, como auguran las encuestas, sea por la mínima. Cualquier cosa que sea ganar, insisten los marianistas, consolida el liderazgo de Rajoy. "Hay que prepararse para los agoreros. Una victoria a sólo un año de las generales, cuando el PSOE nos sacó un millón de votos, es un éxito. Y hay que esforzarse para que se venda así y obviar a aquéllos a los que todo les sabe a poco", dice un dirigente.
"España se merece algo más que 'pajines', 'blancos' y 'aídos", dice el líder popular
Jaime Mayor, el cabeza de lista, insiste estos días a sus colaboradores en que él se conforma con ganar por un voto, que ganar es lo único importante. Y ése es el mensaje que se quiere difundir internamente. El objetivo, por si acaso, es la movilización de última hora. "Llevad a todo el mundo de las orejas a votar, que no se quede nadie en casa", sentenció en Ciudad Real María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y líder del partido en Castilla-La Mancha. "El 7 de junio el PP y los españoles vamos a demostrar que vamos en serio, que ya nos estamos cansando de tantas mentiras. España se merece un Gobierno mejor. Se merece algo más que pajines, blancos y aídos", clamó Rajoy.
Una vez más, y pese a ser elecciones europeas, el PP logró un éxito de convocatoria que demuestra que los ánimos de la militancia están bastante recuperados tras la victoria en las elecciones gallegas. Para evitar problemas, Cospedal ni siquiera se refirió a la polémica del agua, en la que ella está enfrentada al PP murciano por su apoyo a la caducidad del trasvase Tajo-Segura.
Rajoy, que el día anterior en Murcia reabrió la polémica al mostrarse contrario a poner cualquier caducidad -algo contradictorio con lo que figura en el Estatuto de Castilla-La Mancha apoyado por el PP-, ayer evitó ser tan tajante en la comunidad afectada: se limitó a defender el Plan Hidrológico que aprobó el Gobierno de Aznar.
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