Brawn gana todas las batallas
Pese a las mejoras de otras escuderías, Button y Barrichello logran su segundo doblete - Massa se queda sin gasolina, Raikkonen abandona y Alonso remonta hasta un gran quinto puesto
El liderato de Jenson Button en el Mundial está cada vez más consolidado. A sus 29 años, este británico que tardó 113 carreras en lograr su primer triunfo en la F-1, está viviendo un sueño que creía ya inalcanzable. Entró en la élite como la mejor promesa del automovilismo británico de los últimos tiempos de la mano de Frank Williams, pero su estrella se fue apagando a medida que los años iban pasando y las victorias se le resistían. La primera la logró en Hungría en 2006, bajo un diluvio. La segunda, esta temporada, cuando se impuso en Australia de forma sorprendente con un coche financiado por Honda pero que es considerado nuevo porque corre bajo las siglas de Brawn GP. Allí comenzó el sueño de Button. Y continúa después de cinco carreras del Mundial de F-1, porque ayer consiguió en el Gran Premio de España su cuarta victoria del año. Impresionante.
La presión a que está sometida la escudería de Ross Brawn es aplastante. Todos los demás equipos tienen motivos de queja sobre ellos. Y muchos siguen insistiendo en que sus dobles difusores son ilegales, aún ahora que han superado ya el juicio sumarísimo a que les sometió el Consejo Mundial de la FIA. Pero ellos siguen firmes en sus pretensiones. No se trata ya sólo de ganar las primeras carreras. Ahora van a por el título. Hicieron un doblete en Australia y ayer lo repitieron en Barcelona, con un Rubens Barrichello algo decepcionado en la segunda posición, perseguido por el australiano Mark Webber. Llegaron a Montmeló con un nuevo paquete de piezas aerodinámicas que les concedieron entre tres y cuatro décimas, y eso les bastó para contrarrestar el ataque de los grandes equipos que presentaron toda su nueva artillería -cambios muy sustanciales en Ferrari y Renault- en el Circuit de Catalunya.
La cuestión ahora es comprobar si Ross Brawn y Nick Fry serán capaces de encontrar el dinero necesario para mantener el nivel de evolución necesario para permanecer en primera línea de la parrilla. Y eso no va a ser fácil, en una situación de crisis económica. Sin embargo, la gran batalla de Brawn GP no parece que vaya a plantearse contra McLaren, ni contra Renault y, probablemente, tampoco contra Ferrari. El único equipo que puede hacerle sombra ahora mismo es Red Bull. Solo los monoplazas diseñados por Adrian Newey, sin dobles difusores todavía ni KERS, plantan cara a los Brawn. Y a partir de Montecarlo podrían superarles si aciertan con el rediseño del coche para incorporar el doble difusor.
Los demás siguen teniendo problemas. Ferrari ha dado un paso de gigante y ayer parecía a la altura de los mejores, o muy pocas décimas por debajo. Pero el equipo sigue sin encontrar la serenidad y la eficacia imprescindibles para luchar por el título. A los mil problemas que han tenido hasta ahora, ayer sumaron dos más. Raikkonen -que salía 16º tras un error estratégico- se vio forzado a abandonar en la 18ª vuelta por un problema con el potenciómetro del acelerador. Y Massa vivió una situación ridícula en la parte final de la carrera, cuando a pocas vueltas para la conclusión le comunicaron desde el box que redujera la velocidad porque se le acababa la gasolina. "¿Qué hago, dejarme pasar por todos?", respondió airado. Y fue lo que hizo. Iba cuarto y acabó sexto. Vettel le pasó como un rayo y Alonso le recuperó 16 segundos hasta superarle al final.
El asturiano estuvo por encima de sus propias previsiones. Realizó una excelente salida, en la que ganó dos posiciones, y ahí se hubiera mantenido hasta el final a no ser por el problema de Massa. "No podemos esperar ganar carreras o luchar por el podio en Mónaco", indicó Alonso. "El objetivo seguirá siendo entrar en la Q3". Mientras tanto, los Brawn seguirán marcando el camino y abriendo más la brecha. Aunque sea a costa del enfado de Barrichello que ayer, por primera vez, confesó que le había sorprendido que su compañero Button fuera a dos paradas y no a tres como habían acordado previamente. La presencia de un piloto inglés en un equipo británico comienza a pesar, aunque el brasileño se niegue a aceptarlo. Button tiene 41 puntos. Barrichello, segundo, 27.
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