"¡Ya estás rápido, Gordo!"
Ronaldo, con un gol cada 91 minutos, apunta al Mundial de 2010
Andrés Sánchez, el presidente del Corinthians, recibió una llamada hace dos meses. "Dile a Ronie que me firme una camiseta", dijo la voz al otro lado de la línea telefónica. Era Carlos Tévez, el delantero del Manchester United que dejó un sello imborrable en la hinchada del Parque San Jorge. Su sucesor, Ronaldo, que se acababa de recuperar de una terrible lesión en la rodilla derecha, le dedicó la camiseta con mucho cariño. No es lo habitual. Ronaldo suele firmar muchos autógrafos, pero, por superstición o por principios de otra clase, nunca los dedica. Con Tévez hizo una excepción. Estaba por debutar y su mente y su cuerpo volvían a transformarse. Desde entonces ha jugado 10 partidos. Los suficientes para demostrar que, pese a su handicap, sigue siendo el goleador más maravilloso.
En sus primeros 10 partidos con el Corinthians, Ronaldo ha marcado ocho goles. Su saldo es de siete victorias y tres empates. Con estas cifras superó a Tévez, que en el mismo tramo inicial de su carrera paulista hizo seis goles, ganó cinco partidos, perdió tres y empató dos.
Ronaldo ha vuelto a enamorar a los brasileños. El más emocionado parece el presidente, Lula da Silva, que no deja de elogiarle. El último en engancharse es Romario, uno de los oráculos, campeón del mundo en Estados Unidos 1994, que ayer pidió su regreso a la selección: "Si sigue marcando goles, inevitablemente deberán darle una oportunidad. Dunga [el seleccionador] es mi amigo y seguro que se interesa por él".
En su última aparición, en el estadio del Santos, ante Pelé, el ex delantero barcelonista y madridista marcó dos goles que le colocaron en otra dimensión. En el primero, amortiguó el balón, llovido desde 50 metros, con un toque de derecha y fusiló con la zurda al rincón de la portería. En el segundo, escondió la pelota para burlar a los centrales, que pasaron de largo, y superó el marcaje sobre su pierna buena con una vaselina perfectamente ejecutada con la zurda. Ronaldo hizo los dos goles desde fuera del área. A dos toques. Economizando gestos. Sin forzar sus rodillas maltrechas, pero con la misma eficacia. Su promedio es de un tanto cada 91 minutos.
En Brasil ya se está rodando una película sobre el regreso de Ronaldo al fútbol. No es la primera vez. Él se siente igual de feliz: "Estoy volviendo a empezar y estoy siendo tan feliz como la primera vez que tuve que reiniciar mi carrera después de romperme el tendón rotuliano izquierdo, en 2000. La única diferencia es que entonces volví en un Mundial, en Japón 2002, y ahora lo hago en el Corinthians. En las dos ocasiones fue muy doloroso recobrar la forma".
El sueño de Ronaldo, que en septiembre cumplirá 33 años, es jugar el Mundial de Suráfrica 2010. De momento, se muestra cauto en sus declaraciones, pero deja caer que la idea lo anima: "Daré lo mejor de mí para demostrar mi nivel en el Corinthians. Luego será Dunga el que tome la decisión".
Ahora Ronaldo procura recuperar parte de su vieja velocidad. Lo está logrando poco a poco. En la semifinal paulista, ante el São Paulo, en Morumbí, marcó después de superar en la carrera a Rodrigo, el veloz central local. Se fue a celebrarlo al banquillo y su entrenador, Mano Menezes, le dio un golpecito en la nuca de toro diciéndole: "¡Ya estás rápido, Gordo!".
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