La subida del IVA en julio presionará los precios
Las rentas del trabajo y del capital pagarán más IRPF este año
Tras años de reformas consagradas a bajar impuestos, el impacto de la crisis en las cuentas públicas ha dado la vuelta a la política fiscal del Gobierno. La prioridad ahora es reducir el déficit, más aún cuando la recaudación derivada de la actividad inmobiliaria tardará años en recuperarse. 2010 será un año de subida de impuestos, aunque la más relevante, la del IVA, no entrará en vigor hasta el 1 de julio.
Los efectos de la subida del IVA han encendido el debate entre los expertos. El precedente no es bueno: en 1995, cuando se aumentó hasta el 16%, el recargo generalizado a bienes y servicios de consumo contribuyó a aumentar una inflación ya elevada y no logró los objetivos de recaudación previstos, sino que incentivó el fraude. El Gobierno ha decidido retrasar hasta julio la subida del IVA (del 16% al 18% en el tipo general, del 7% al 8% en el reducido), con la esperanza de que para entonces el consumo de los hogares haya vuelto a crecer. Las consecuencias sobre la inflación y la recaudación (se prevé ingresar 1.900 millones más el próximo año) son una incógnita.
El anterior aumento dio alas a la inflación y no logró recaudar lo previsto
Economía mantiene que sólo habrá un alza de precios muy moderada, y que, con una inflación prevista cercana al 1%, 2010 es el mejor año para este tipo de reformas. Contra este argumento pesa que la subida de los impuestos del tabaco y los combustibles, más acotada, ya elevó en tres décimas el IPC este verano. Y hay expertos, como los del Instituto Flores de Lemus, que atribuyen al futuro incremento del IVA un repunte de precios que acercaría la inflación al 2%.
Antes de la subida del IVA, en enero se eliminará la deducción de 400 euros en el IRPF para trabajadores, pensionistas y autónomos, excepción hecha de los que ingresen menos de 12.000 euros al año. También entrará en vigor el nuevo recargo a las rentas del ahorro (el gravamen de los primeros 6.000 euros sube del 18% al 19%, el resto al 21%). Y se eliminará la cláusula Beckham en los contratos que firmen trabajadores extranjeros a partir de ahora -los que ganen más de 600.000 euros tributarán al tipo máximo del 43% y no al 24% como hasta ahora-.
La necesidad de recaudar fondos por parte de algunos ayuntamientos puede también dar alguna ingrata sorpresa. Porque a pesar de que algunos ayuntamientos hayan congelado el Impuesto de Bienes Inmuebles, la revisión del valor catastral de las viviendas provocará que en muchos municipios, como el de Madrid, el contribuyente acabe pagando más dinero.
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