"Los sindicatos querían entrar en las empresas y no podíamos permitirlo"

Como todos los viernes de dos a cuatro, Juan Rosell ha estado jugando al tenis. De pareja con Juan Gisbert, ha ganado. "Así cualquiera", reconoce. El partido le ha permitido despejarse de las negociaciones con los sindicatos.

Pregunta. ¿De verdad estuvieron tan cerca del acuerdo?

Respuesta. Pues sí, por lo menos esa impresión teníamos los que estábamos en la negociación.

P. ¿Cuándo? ¿en abril?

R. La semana después de las elecciones.

P. Usted ha dicho que le gustaba la música, ¿Qué sonaba?

R. Cosas en torno a las palabras flexibilidad y ultraactividad. Creí que estábamos bien encaminados; pero cuando hubo que poner la letra se entonó mal.

P. ¿En qué?

R. Pues a la hora de concretar las horas extraordinarias, las jornadas irregulares, la bolsa de horas, la movilidad funcional y la geográfica..., todo lo que queríamos modificar. Queríamos modernizar los convenios y no lo hemos conseguido.

"Probablemente, los sindicatos temieron que sus bases no lo entendieran"

P. ¿A qué lo atribuye?

R. A que los sindicatos dijeron que tenían que intervenir en las empresas, incluidas las pyme, y les dijimos que bajo ningún concepto. No podíamos sindicalizar las pyme. En España no es obligatorio tener representación sindical en empresas de menos de 50 trabajadores. Es ilógico que un empresario esté consultando constantemente a los representantes sindicales. Yo les decía que había más fórmulas para participar y de hecho habíamos alcanzado acuerdos en las mutuas y los acuerdos extrajudicales de conflictos, que es una forma de hacerlo. Pero no les convencí.

P. ¿Por qué cree que los sindicatos no fueron valientes?

R. Han sido demasiado prudentes y podrían haber sido más ambiciosos. Probablemente tuvieron miedo de que sus bases no lo entendieran.

P. Usted habla de hicieron pedagogía con los sindicatos.

R. Lo que intentamos era decirles lo que hay por el mundo y que teníamos que adaptarnos para reducir el paro. Porque debemos de lograr que la empresa española salga al exterior y tenga la máxima flexibilidad en todos los sectores. Para eso debemos llevar la realidad a la legalidad y eso es no lo han entendido. Dicen que nos influyó el resultado electoral; pero resulta que les ha influido a ellos; no a nosotros. Porque nuestros papeles son los mismos.

P. Pues ustedes se radicalizaron a partir del comité ejecutivo del día 18 y, sobre todo, después de aparecer el documento de CEIM después de las elecciones.

R. No es verdad. Yo tenía 59 informes de distintas organizaciones que sumaban más de 600 páginas. Lo que pasa que CEIM lo difundió y encima incorporó temas de los que no estábamos hablando como la contratación. Probablemente nos ha distorsionado muchas cosas; pero los papeles que defendimos eran los mismos.

P. Ustedes metieron esos temas de contratación y salarios en las negociaciones finales.

R. No, hablábamos de negociación colectiva, pero mucha gente entendía que lo hacíamos de una reforma laboral de la A a la Z. Y si hablamos de contratos fue para decir que no se podían mantener 43 modalidades de contratos.