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Entrevista:MICHEL CAMDESSUS | Ex director gerente del FMI

"Me parece injusto y estúpido que los problemas de Grecia afecten a España"

Michel Camdessus derrocha modestia al comenzar la entrevista. "Ya no soy nadie", dice con un punto de sorna. No es verdad. Por encargo del presidente Nicolas Sarkozy, el hombre que durante más tiempo ha ocupado el cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional (1987-1996) es ahora el encargado de vigilar que la remuneración de los banqueros franceses no alcance niveles de escándalo como los anteriores a la crisis. Camdessus (Bayona, Francia, 1933) es una persona políglota y cosmopolita. Tiene el perfil típico de la élite política francesa: licenciado por la Universidad de París, estudió en el Instituto de Estudios Políticos (Sciences Po) y en la Escuela Nacional de la Administración (ENA). Recientemente visitó Madrid para dar una conferencia en la Fundación Rafael del Pino.

"La recuperación va a ser lenta, con crecimientos muy modestos"
"La deuda ha crecido, pero aún no es globalmente una burbuja"

Pregunta. Parece que la recuperación no acaba de arrancar...

Respuesta. Esta es una crisis mayúscula, la más importante en 80 años, un evento histórico de máxima amplitud. Gracias a Dios, los gobiernos y los bancos centrales habían aprendido un poco de la crisis de 1929 y han toreado la actual con bastante maña. Pero los gobiernos han gastado enormes cantidades de dinero y los bancos centrales han inyectado montañas de liquidez, y eso nos deja hoy en una situación difícil. Ya tenemos indicios de recuperación en varios países clave: en EE UU, en Europa y en mi propio país, aunque todavía no en España. Pero es una recuperación lenta, sin gran dinamismo. No hay perspectivas de que se produzca una recaída, o una salida en W, pero sí va a ser una recuperación lenta con crecimientos muy modestos durante varios años.

P. ¿Por qué?

R. Sencillamente, porque los gobiernos han agotado todos sus márgenes de intervención y se han endeudado más allá de los límites permitidos. Los bancos han aprendido lecciones y van a ser más prudentes, y las reglas de capitalización van a ser más duras. Entramos en un universo difícil, de gran competencia, de riesgos y sin capacidad por parte de los gobiernos de inyectar más fondos en la economía. Se puede decir, aunque quizás en un país monárquico no debería, que el rey se ha quedado sin ropa.

P. Los economistas están divididos entre los partidarios de recortar el déficit ya y quienes piensan que es pronto para retirar los planes de estímulo a la economía.

R. El manejo de la salida de la crisis será muy difícil. Los gobiernos dicen que no se pueden retirar demasiado tarde los estímulos, pero la realidad es que no pueden aportar más. Gracias a Dios, hay elementos muy positivos, como el dinamismo de los países emergentes, que muestra un cambio en el liderazgo del mundo. Esto nos da cierta seguridad de que al menos se podría evitar una recaída. Hay también dinamismo económico y crecimiento en América Latina, y eso a España le interesa mucho. También hay cambios importantes en el manejo de la economía en África. Nada es perfecto, pero hay fuentes de crecimiento importantes. Hay modelos de producción mucho más compatibles con el medio ambiente que ayudan a crear nuevas fuentes de actividad. La pintura es de claroscuro, pero más oscura que clara. La crisis ha sido profunda, venía de lejos y no se saldrá de ella sin cambios muy profundos para responder a carencias culturales, éticas y regulatorias.

P. ¿Estamos entrando en una burbuja de deuda?

R. Es verdad que la deuda ha crecido, pero aún no es globalmente una burbuja. Tomemos los países de la OCDE. En 2013, el promedio de su deuda será del 100% del PIB. Los países de la eurozona estarán en el 84%, cuando todos ellos se habían comprometido en Maastricht a no pasar del 60%. Financiar la deuda será difícil, los mercados tendrán miedo o especularán. Debemos estar preparados para afrontar esos riesgos. Está clarísimo que los problemas de Grecia están afectando a otros cuya situación en materia de endeudamiento es muy diferente.

P. A España, sin ir más lejos...

R. Me parece injusto, estúpido, que España esté afectada por los problemas de Grecia, pero es un hecho. Tengo toda la confianza en que España va a torear esto. España es uno de los países menos endeudados en el sistema. Es verdad que en los dos últimos años la deuda española se ha disparado, pero sigue estando por debajo de la de países europeos como Alemania o Francia. Estoy totalmente seguro de que la firma de España será respetada en los mercados durante mucho tiempo, pero es verdad que el Gobierno debe proseguir con los esfuerzos que está haciendo para reforzar la confianza en la economía española y en el buen manejo de las finanzas públicas.

P. ¿Hay riesgo de quiebra en alguna economía europea?

R. No habrá quiebra en algún país europeo porque la solución, incluso en los más amenazados, está al alcance de un buen programa de ajuste. Pero habrá que utilizar los recursos comunitarios y la solidaridad europea para afrontarlos. Y también los recursos que hemos aportado al Fondo Monetario Internacional para encarar graves situaciones. Hemos triplicado los recursos del FMI y ese dinero está ahí precisamente para responder a estos problemas.

P. ¿Cómo va a cambiar el papel del FMI tras la crisis?

R. La reforma institucional del FMI es necesaria, imprescindible, pero muy difícil. ¿Por qué? Porque hay que dar más espacio y más poder a los países emergentes, que ya controlan el 40% de las reservas mundiales, y eso significa que otros deben dejar espacio. Europa, que controla 8 sillas de 24 en el FMI, tendrá que abandonar alguna. Y eso duele mucho.

P. ¿Cómo ve la economía española?

R. España sale de un largo periodo de crecimiento por encima del promedio europeo, con gran dinamismo, con modernización intensa, con alto nivel de empleo, pero con una debilidad grande, concentrada de manera casi exclusiva en lo que ustedes llaman el ladrillo y en los servicios turísticos. Como el choque fue más tardío debido a la velocidad anterior, sus efectos se prolongan más tiempo que en otros países. La recuperación no debe apuntar sólo a un simple rebote, sino que debe traer consigo cambios estructurales profundos para diversificar la economía, dedicar más recursos a la investigación y el desarrollo y hacerla menos dependiente de un solo sector productivo.

El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional Michel Camdessus la semana pasada en Madrid.
El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional Michel Camdessus la semana pasada en Madrid.BERNARDO PÉREZ

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