El mayor 'crash' desde la Gran Recesión
Desde que estalló la crisis, las bolsas no acumulaban tantas jornadas de pérdidas seguidas
El miedo a que la crisis de la deuda del euro llegue a Francia ha desatado este miércoles el pánico en las Bolsas europeas, que han cerrado con caídas superiores al 5%. El correctivo, que ha castigado con fuerza a la banca y también se ha dejado notar en Wall Street, ha llevado a la mayoría de índices a los mismos niveles de la primavera de 2009, cuando la economía sufría las consecuencias de la caída de Lehman Brothers, que quebró en septiembre de 2008. Triste moraleja: ni las ayudas millonarias a la banca, ni los duros planes de ajuste, ni la liquidez sin límite han impedido el regreso de las Bolsas al agujero en el que cayeron en lo peor de la Gran Recesión. Desde el último movimiento europeo para afrontar la crisis, la cumbre del pasado 21 de junio en la que se acordó flexibilizar y ampliar el fondo de rescate del euro, las bolsas han perdido más del 20%.
La jornada amaneció en calma e incluso algunos parqués del Viejo Continente apostaron por prorrogar el rebote de la víspera en Wall Street. Después de que empezara a correr el rumor de que Francia podría perder la matrícula de honor (Triple A), ha cundido el pánico y el dinero ha huido al refugio del oro, que ha marcado su enésimo récord consecutivo, y a lo más clásico, la deuda alemana. Ni siquiera el desmentido de París y de las propias agencias ha cambiado el ánimo los inversores, a los que les hace falta poco para vender pero mucho para comprar.
El Ibex 35 ha sufrido su peor jornada desde los días previos al rescate de Grecia en mayo de 2010 y ha cerrado con un batacazo del 5,49%. La banca se ha llevado la peor parte: el Santander y el BBVA han registrado caídas del 8% y sus valores han llegado a venderse a menos de 6 euros por primera vez en más de dos años. El recorte, además, ha devuelto a la Bolsa española a niveles de entonces, ya que hoy el selectivo abrirá por debajo de los 8.000 puntos, algo que no ocurría desde el 1 de abril de 2009.
Peor parados, sin embargo, han quedado los bancos franceses o italianos. Entre ellos, el más castigado ha sido Société Générale, que ha llegado a ceder más de un 20%, aunque al final de la sesión ha moderado las pérdidas al 14,75%. La razón es que, a diferencia de sus colegas, en la cartera de inversiones de la entidad no falta deuda de ninguno de los periféricos y de su propio país, lo que le deja muy expuesto a un eventual contagio de los problemas en los mercados de deuda hasta Francia. Por culpa del correctivo, el CAC parisino ha acabado el día con otra caída del 5,5%, lo que representa su peor jornada desde el 1 de diciembre de 2008. Milán, más acostumbrado en los últimos meses a los vaivenes, ha vuelto a ser el farolillo rojo de Europa con un desplome del 6,7%. En ambos casos, la nueva jornada de pánico les ha devuelto a los niveles de julio y marzo de 2009. Para completar el cuadro, el Dax alemán ha perdido un 5,1% y mañana empezará la sesión en su cota más baja desde febrero de 2010. Londres ha cedido un 3,1%.
El Nobel de Economía Joseph Stiglitz resumía en un artículo publicado este lunes en el Financial Times lo que iba a acontecer a lo largo del día: "La única certeza que existe ahora en los mercados es que los problemas pueden ir a peor".
Desde España, Daniel Suárez, de Analistas Financieros, ha argumentado la avalancha de ventas en los nervios y en las dudas generadas por la decisión del presidente francés, Nicolas Sarkzoy, de acelerar las medidas para reducir el déficit. "El mercado ha interpretado el anuncio como un toque de atención de las agencias", ha añadido. "Con tanta incertidumbre, si el mercado busca un motivo para bajar lo encuentra", opina Soledad Pellón, de IG Markets. "Los gestos ya se han visto. La compra de bonos por parte del BCE y este miércoles el anuncio de la FED de no subir los tipos. Lo único que cabe es esperar a que toquemos suelos y que a partir de eso se produzca un rebote", ha añadido.
En cuanto al futuro, las previsiones apuntan a más incertidumbre. "Hasta que no haya un mensaje más claro y decisivo de que se va a comprar toda la deuda que haga falta por el BCE, la tensión no va a parar y va a seguir pasando de país a país", ha matizado Nicolás López, director de análisis de MG Valores.
"La enseñanza que se puede sacar es que no se puede llevar todo a situaciones tan al límite. Cuando se deja que la volatilidad suba tanto, puede acabar sucediendo esto", ha resumido desde Intermoney José Carlos Díez.
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