"La política de la Fed explica el alza de las Bolsas"
La agencia de calificación Fitch está a punto de publicar la encuesta a inversores correspondiente al primer trimestre del año, bajo la dirección de Monica Insoll (Estocolmo, 1963). El escenario que dibujan quienes se juegan su dinero en el mercado es de una clara mejora de la situación económica, aunque la inflación y las dudas sobre la sostenibilidad de algunos países europeos aparecen como las principales amenazas a esa recuperación.
Pregunta. ¿Qué esperan los inversores de este arranque de 2011?
Respuesta. La principal conclusión es el sentimiento abrumador de los inversores de continua mejora en el caso de las empresas y su percepción de que las condiciones de crédito van a seguir empeorando para los Estados soberanos y el sector financiero. Eso concuerda con lo que viene sucediendo desde finales del año pasado. Nuestro análisis es que hay una recuperación, porque técnicamente el PIB está creciendo en una mayoría de países. Esa recuperación está impulsada por las medidas de estímulo adoptadas por los Gobiernos y por los mercados emergentes. Las medidas de estímulo están empezando a ser retiradas, más tarde en el caso de EE UU, y hay que ver cuál es su impacto.
"El aumento en las expectativas de inflación complica la situación"
P. Pero esa recuperación no es uniforme, al menos entre los países europeos.
R. Sí, sin duda. La zona euro tiene un comportamiento dispar y mucho menos positivo que para los países emergentes o EE UU. Y dentro de la zona euro, la periferia es donde la situación será más complicada. Cómo evolucione depende realmente de las decisiones políticas que se adopten y de cuánto esfuerzo se dedique realmente a asentar la unión monetaria. Hasta el momento, hemos visto señales positivas de los políticos apuntando a un acuerdo en el Consejo Europeo de marzo para reestructurar la facilidad europea de estabilidad financiera (EFSF, por sus siglas en inglés). Ese parece ser un punto de inflexión muy importante.
P. ¿Cuáles son los mayores riesgos?
R. La zona euro se ha fijado unos objetivos fiscales que deben ser cumplidos y que a nosotros nos sirven para hacer nuestras calificaciones. Por ejemplo, si Grecia puede cumplir con los objetivos fiscales que se ha marcado, y que nosotros creemos que sí hasta que se pruebe lo contrario. Esa austeridad fiscal, sin embargo, conlleva ciertos riesgos porque un ajuste excesivo puede tener un gran impacto sobre el crecimiento. Nosotros asumimos que, aunque sea duro para muchos países en los próximos años, es importante abordar el reequilibrio de las cuentas públicas, y creemos que eso será bueno para Europa porque permitirá alcanzar un crecimiento más vigoroso a medio plazo. Quizá podamos estar equivocados, que el ajuste sea excesivo y dañe el crecimiento a medio plazo, pero esa no es nuestra posición hoy día.
P. ¿Y si a ese escenario se le añaden presiones inflacionistas crecientes y una posible subida de los tipos de interés?
R. Una de las preguntas que hacemos a los inversores es qué creen más probable, si la inflación o la deflación en la economía europea para el próximo año. Ahí se ha producido uno de los grandes cambios de esta encuesta, con un fuerte aumento de las expectativas de inflación. Es una situación complicada tener que plantearse una subida de tipos cuando aún tienes que estimular la economía en cierta medida. El riesgo [de subida] existe, aunque no es inmediato, no sabemos si va a ser en el tercer o en el cuarto trimestre. Pero es inevitable, los tipos no pueden bajar más.
P. Sin embargo, en EE UU hay voces que piden un tercer paquete de relajación cuantitativa...
R. ¡Y eso sin que se haya terminado de aplicar el segundo! Si analizamos lo que ha logrado ese segundo plan , ha sido inyectar una enorme cantidad de dinero a las Bolsas, lo que ha impulsado la recuperación empresarial. Pero ¿es auténtica o es solo por esa cantidad de dinero extra que ha ido a los mercados de capitales? Yo creo más en lo segundo, tanto en el mundo desarrollado como en los países emergentes, que tienen que luchar precisamente contra esa avalancha de dinero y que, a su vez, está impulsando la inflación que luego importan los países industrializados. Creo que es difícil afirmar, sin dudas, que el QE2 haya sido un gran éxito y que sería bueno, por tanto, un QE3.
P. ¿Ha mejorado el acceso al crédito para las empresas?
R. Un punto importante es que en Europa los Estados necesitarán un 10% menos de financiación que en 2010; es decir, demandarán 1,8 billones frente a los 2,1 billones del año pasado. Eso es positivo porque libera fondos disponibles para el sector privado. Sin embargo, la situación del sector financiero es todavía muy compleja porque, entre otras cosas, la regulación está todavía en proceso de cambio. Muchas grandes entidades tienen garantizada la financiación, sus emisiones están cubiertas antes de salir al mercado, pero lo preocupante son las entidades más débiles, que además deben captar una enorme cantidad de refinanciación en los mercados. Es un escenario lleno de incertidumbres. En cambio, para las empresas sí podemos decir que la financiación ha mejorado, está disponible y el riesgo de actividades orientadas a los accionistas, como la recompra de acciones y las fusiones y adquisiciones, está aumentando, aunque desde niveles muy bajos.
P. También habrá oportunidades para la inversión...
R. Como agencia de calificación, nosotros no hacemos recomendaciones, pero sí lo que dice nuestra encuesta a inversores. Y esa encuesta se muestra sobre todo favorable a los mercados emergentes, tanto en deuda soberana como en inversiones corporativas, y también al sector de alto rendimiento, que ya han registrado una fuerte recuperación en los últimos meses y definitivamente se consolidan en este principio de 2011. Percibimos una gran demanda de ese tipo de emisiones.
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