El desplome en las ventas agrava aún más la crisis
Las inmobiliarias que han publicado resultados ganan un 87% menos
Cada día que pasa es peor. Las pocas inmobiliarias que han tenido el valor de presentar sus resultados del primer semestre, y no estirar hasta el máximo el plazo al que están obligadas las que cotizan en Bolsa, han arrojado unas cifras peores que las del primer trimestre. Y no era fácil superar el listón. Porque si el desplome en las ventas fue entonces el aviso de que el pinchazo de la burbuja iba en serio, los datos del semestre son directamente catastróficos: una reducción de beneficios del 87% y del 78% en las preventas de pisos.
Los datos del sector serán peores cuando otras compañías presenten cuentas
Acciona, Metrovacesa, Realia y Vallehermoso ingresaron 260 millones de euros por la venta de viviendas, un 78,5% menos que en el primer semestre de 2007. Y si se añade a la lista Renta Corporación, inmobiliaria que no se dedica a la promoción, sino a la rotación de activos, los beneficios fueron un 86,9% inferiores a los del mismo periodo del año anterior. Renta es la única de este grupo que registró pérdidas, superiores a los 25 millones de euros.
Con ser malos, los datos podrían ser mucho peores si el resto de cotizadas ya hubieran presentado sus cuentas. Porque algunas de las que peores números ofrecieron en el trimestre anterior -como Reyal Urbis, Afirma o Martinsa-Fadesa- han preferido agotar el plazo que fija la Comisión Nacional del Mercado de Valores para dar a conocer sus interioridades.
Tanto Reyal como Martinsa registraron pérdidas en los tres primeros meses. Y Afirma escapó gracias a una aportación de 120 millones de impuestos procedentes del fondo de comercio que la antigua Astroc provisionó. Así, lo previsible es que cuando estas empresas hagan públicos sus resultados la última semana de agosto o el 1 de septiembre, las cifras globales sean todavía peores que las ya conocidas.
El caso más espectacular es el de Acciona, que ha pasado de ingresar 171 millones de euros por ventas de viviendas a tan sólo 13 un año más tarde. Es decir, una caída del 92%. La suspensión de pagos que hace un mes declaró Martinsa no afecta a su calendario de presentación de resultados, que se conocerán el próximo 1 de septiembre. Los analistas auguran que ahondará la tendencia del primer trimestre, cuando perdió 85 millones de euros. Entonces le siguió por la cola Reyal Urbis, que en los tres primeros meses del año perdió 52 millones, al tiempo que veía cómo sus ventas se venían abajo, con un descenso del 97%.
En un sector tan atomizado como el inmobiliario, que se reparte entre 40.000 pequeñas, medianas y grandes empresas, la cifra de negocio de las cinco firmas analizadas representa menos del 5% del total. Pero es importante, porque da una idea de cómo se van agudizando los problemas del ladrillo. Pero el desplome en las ventas de las que informan las inmobiliarias no es exclusivo de las viviendas nuevas. Al contrario, la estadística que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) pone de relieve cómo el pinchazo del boom del ladrillo afecta más a los pisos de segunda mano, cuyos precios son más flexibles.
Así, según los datos del INE, las compraventas de pisos usados cayeron en los primeros cincos meses del año un 37%, frente al relativamente moderado 14% de las de primera mano. Este 14%, que se refiere a las operaciones ya cerradas, queda a una distancia sideral del 78% del que dan cuenta las promotoras. ¿Qué significa esto? Malas noticias para el sector, porque el desplome en las preventas anticipa futuros desplomes en las operaciones que se cerrarán en los próximos 24 meses.
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