La compra de bonos por parte del BCE alivia la presión sobre España
El instituto emisor rectifica e interviene en la deuda soberana para garantizar la liquidez.- También confirma una actuación conjunta con sus principales homólogos en el mercado de divisas
La compra de bonos estatales por parte de los bancos centrales europeos a instancias del Banco Central Europeo (BCE) ha aliviado considerablemente la presión sobre la deuda española y el resto de países del euro con peor situación fiscal: Grecia, Portugal, Italia e Irlanda. La mejora ha permitido enjugar el varapalo que sufrieron los títulos de estos Estados a lo largo de la semana pasada tras las sucesivas rebajas de calificación de la calidad crediticia anunciadas por Standard & Poor's y que sembraron la alarma en los mercados.
La decisión de la agencia dio paso a la fase más grave hasta la fecha en la crisis fiscal de la eurozona y sólo ha podido superarse después de que la UE haya puesto un cortafuegos a la misma con el histórico fondo de emergencia de hasta 750.000 millones para blindar a la moneda europea, pactado la pasada madrugada. También han jugado a favor de los títulos de deuda soberana los planes adicionales de ajuste del gasto anunciados por Madrid y Lisboa.
Tras confirmarse que los principales bancos centrales del euro han sacado la chequera para facilitar la liquidez en el mercado de deuda, la prima de riesgo española ha dejado atrás la cota psicológica de los 100 puntos básicos al mismo tiempo que su rentabilidad se ha situado por debajo del 4% que tenía antes del contagio de la crisis griega. Pese a lo arriesgado de esta afirmación, ya que tal y como reconoció el propio presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, "Grecia no es España", no cabe duda de que la rebaja de la nota española en un peldaño, desde AA+ a AA, y el fuerte correctivo padecido en los mercados -que llevó a su prima de riesgo hasta el récord de 171 puntos básicos, al igual que pasó con Portugal- fueron un síntoma claro de que la crisis había traspasado la frontera de la República Helénica.
A las 16.25, la prima de riesgo de España -que es el diferencial entre la rentabilidad de sus bonos a 10 años con los alemanes, de referencia- bajaba a 96 puntos básicos, su valor más bajo desde finales de abril, mientras sus tipos se situaban en el 3,92%, medio punto porcentual menos que el viernes, y su menor nivel en lo que llevamos de mes. En la deuda a dos años, la corrección a favor de los intereses del Tesoro español era mayor, ya que hay que recordar que a mayor rentabilidad, más distancia con respecto al bund alemán y más dinero a desembolsar por parte de las arcas públicas. En concreto, su tipo bajaba más de un punto porcentual (103 puntos básicos), con lo que se situaba en el 1,81%.
En el caso de Grecia, la mejora en los bonos que vencen en 2012 era de un 12%, con lo que su rentabilidad se reducía al 5,4%, peor que a primera hora pero mucho mejor que hace una semana, cuando llegó a tocar el 18%. En cuanto a su deuda a 10 años, la prima de riesgo bajaba a 446 puntos básicos mientras sus tipos marcaban el 6,7%, un 5,1% menos y su mejor dato desde principios del pasado mes, cuando aprovechó la aprobación del plan de rescate del 11 de abril para bajar del 7%. A lo largo de la peor fase de la crisis ha llegado a tocar el 12,5%.
Medidas excepcionales del BCE
El BCE ha decidido esta pasada madrugada una serie de medidas excepcionales sobre los mercados de deuda y divisas para contribuir a la estabilización de la Eurozona. Así, aunque el pasado jueves Trichet decepcionó a los mercados al anunciar que ni siquiera habían debatido este tipo de actuaciones, el BCE ha rectificado y comprará a través de sus filiales nacionales bonos de los Estados miembros, una decisión sin precedentes que acompaña al acuerdo sobre de los líderes políticos y que en fuentes financieras califican como la "opción nuclear" para luchar contra la crisis. La afirmación se explica por el hecho de que esta decisión es la de mayor envergadura entre las posibles y que, una vez gastado este cartucho, no quedan balas en la recámara con la misma potencia de fuego en caso de un agravamiento de la situación. Al menos, que se hayan probado hasta la fecha. Con esta medida, el instituto emisor europeo sigue los pasos de la Reserva Federal estadounidense, que ya había decidido actuar en este sentido para hacer frente a la crisis de liquidez.
De momento, además de esta intervención en los mercados de deuda pública y privada, el comunicado hecho público esta madrugada adelanta que también actuará de forma coordinada con sus homólogos de EE UU, Japón, Reino Unido, Canadá y Suiza en el mercado de divisas para facilitar el intercambio de moneda en dólares. Esta decisión sólo tiene antecedentes en el inicio de la crisis subprime y, después, tras la quiebra de Lehman.
Asimismo, ha recuperado las medidas para facilitar la liquidez con las subastas a tres y seis meses, en lugar de las tradicionales operaciones a una semana, para facilitar que las entidades de la eurozona puedan comprar dinero a más largo plazo y tranquilizar a los mercados. En el primero de los casos, aplicará un tipo de interés fijo y ha anunciado que se resolverán el 26 de mayo y el 30 de junio de 2010. En las subastas a seis meses, con adjudicación plena el 12 de mayo de 2010, tendrá un interés que será fijado en el promedio de los tipos mínimos de puja de las operaciones principales de financiación.
Sin variación en la política monetaria
La razón que, según matizan desde el BCE, ha permitido el cambio de opinión ha sido el compromiso contraído por los ministros de Finanzas europeos de adoptar "todas las medidas necesarias para alcanzar sus objetivos fiscales este año y los años siguientes, en línea con los procedimientos por déficit excesivos". El BCE toma nota, en particular, de los compromisos adicionales anunciados por algunos países (España y Portugal), que acelerarán la consolidación fiscal. Con el fin de neutralizar el impacto de esas operaciones en los mercados de deuda, el BCE llevará a cabo operaciones específicas para reabsorber la liquidez inyectada en el sistema, de forma que la posición de política monetaria de la entidad no se vea afectada, añade el texto.
En cuanto a la acción conjunta con el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, la Reserva Federal estadounidense, y el Banco Nacional de Suiza, ha indicado que está encaminada a aliviar las tensiones que han aparecido en los mercados europeos de financiación a corto plazo en dólares. Las cinco entidades volverán a reactivar así las facilidades temporales de intercambio de divisas en dólares, cuya finalidad es facilitar liquidez en la moneda estadounidense para los bancos europeos, que ya se puso en marcha al inicio de la crisis financiera internacional y tras la bancarrota del banco de inversión estadounidense.
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