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La atonía del consumo modera el ritmo de reducción del déficit

Los desequilibrios del Estado descienden un 19% en la primera mitad del año

Lucía Abellán

Las cuentas públicas revelan una cierta pausa en la recuperación económica. Los ingresos por IVA, un termómetro fiel del nivel de consumo, se han ralentizado en el primer semestre del año, con un avance del 9,4% respecto al mismo periodo de 2010. La cifra, inferior a la tónica mantenida durante el último año, revela una cierta parálisis que se acentúa al comparar con el año pasado, especialmente con un segundo trimestre caracterizado por la anticipación de compras para eludir la subida del IVA que se produjo en julio. El Ministerio de Economía admite la ralentización, pero se muestra convencido de cumplir con los objetivos de déficit.

Pese al menor empuje, el déficit del Estado ha caído un 18,9% en el primer semestre, según los datos presentados ayer por Hacienda. Con ese descenso a mitad de año, el déficit se sitúa en el 2,21% del PIB, equivalente a 24.132 millones de euros. Es casi la mitad de lo previsto para todo el año en la Administración central, aunque el segundo semestre concentra más pagos que el primero y, por tanto, encierra un mayor nivel de incertidumbre. Además, a partir de julio se agotará el efecto de mejoría que registraban los ingresos por la subida del IVA. Hasta ahora se comparaba un ejercicio, 2011, con otro en el que el tributo era más bajo. A partir de julio, cualquier recaudación adicional dependerá de la reactivación económica. Y todo apunta a que el crecimiento del PIB será inferior al 1,3% previsto.

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"Todo hace indicar que el proceso está encauzado y que vamos a cumplir", vaticinó, pese a todo, el secretario de Estado de Hacienda, Juan Manuel López Carbajo, que eludió concretar si espera un margen adicional en los ingresos, como ocurrió el año pasado. Ese margen, que la vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, cifró en 3.000 o 4.000 millones adicionales, resultaría clave para compensar las más que previsibles desviaciones autonómicas al final del ejercicio. Si finalmente no dispone de ese colchón, el Gobierno tendría que volver a aplicar recortes en el gasto o subidas de impuestos, pues el objetivo de lograr un déficit conjunto del 6% del PIB es irrenunciable, según ha explicado reiteradamente la ministra.

De momento, la recaudación del Estado avanza el 4,2%, animada en buena medida por las subidas de impuestos. Así ocurre en el IVA y también en el IRPF, que acelera el crecimiento al 6,5%. En cambio, el impuesto de sociedades sigue cayendo a plomo (un 15,6%), pese a que los beneficios de las empresas se recuperan. López Carbajo lo atribuyó a la libertad de amortización de activos que tienen las empresas -una posibilidad que a largo plazo es neutra para las arcas públicas pero que de momento reduce sus ingresos- y a la compensación por las pérdidas de años anteriores.

Más allá de los ingresos, los gastos reflejan ya con más claridad las medidas de austeridad puestas en marcha en mayo de 2010. Los pagos caen el 19,7%, aunque están muy afectados por el nuevo sistema de financiación autonómica, que reduce mucho las transferencias a esas administraciones a cambio de darles más participación en sus ingresos. La partida más simbólica en la estrategia de reducción del déficit corresponde a los sueldos de empleados públicos, que descienden un 5,2%, en línea con la rebaja salarial impuesta en junio de 2010. No obstante, los gastos de personal en su conjunto vuelven a avanzar mínimamente después de haber quedado estancados en mayo. El cambio de tendencia obedece en gran parte al pago de pensiones a los funcionarios, que acusan el impacto de la compensación por la desviación de IPC del año pasado. Otro de los capítulos que recoge el efecto de los recortes es el de inversiones, que cayeron un 27%, a pesar de que el ritmo de ejecución de este año es superior al del año pasado.

La única Administración pública que conserva superávit, la Seguridad Social, empeora las cifras respecto a 2010. El sistema registró un excedente de 8.321 millones, un 19% menos que en la primera mitad de 2010. El retraso en la recuperación del empleo hace que los ingresos caigan un 0,44%, mientras los gastos suben un 2,6%, impulsados por el aumento del colectivo de pensionistas y la mejora de estas prestaciones.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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