Toca retratarse
Transcurridos cuatro meses de crisis financiera y sin que todavía se contemple la luz al final del túnel, la OCDE ha publicado esta semana su Economic Outlook, en el que revisa de forma muy moderada las previsiones de crecimiento para el grupo de las principales economías desarrolladas. Cifra el impacto negativo en el crecimiento del PIB en 2008 en cuatro décimas (de 2,7% a 2,3%) para luego recuperar en 2009 (2,4%), y la tasa de paro apenas repunta, salvo en EE UU. Las previsiones de inflación reflejan moderación y posterior mantenimiento en niveles ligeramente superiores al 2%.
Con este panorama, el organismo prevé estabilidad en los tipos de interés de intervención y recomienda evitar rebajas para evitar derivas inflacionistas a medio plazo. Una recomendación que choca frontalmente con las expectativas de los mercados y con la actitud de la mayoría de bancos centrales de la OCDE.
Las proyecciones sobre inflación realizadas por el Banco Central Europeo para 2009 son coherentes con la estabilidad de precios
Así, en los últimos días, hemos asistido a bajadas de tipos por parte del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, además de la vuelta de un tono muy relajador por parte de miembros del FOMC de la Reserva Federal. Aunque en las tres economías la inflación se encuentra por encima del objetivo, los bancos centrales esperan que modere a medio plazo gracias al potencial impacto negativo en la demanda interna de la actual crisis financiera. De esta forma, y aunque el objetivo de estos bancos centrales es dual -estabilidad de precios a medio plazo y fomento del crecimiento económico-, se ha producido una elección. Se han retratado.
En el caso del BCE, cuyo objetivo único es la estabilidad de precios a medio plazo, la elección ha sido igualmente clara, pero de signo contrario. Incluso algunos miembros del Consejo de Gobierno promovieron una subida de tipos. Si bien es cierto que durante los próximos meses la inflación seguirá muy por encima del objetivo del banco, también lo es que sus proyecciones para 2009 son coherentes con la estabilidad de precios. La autoridad monetaria de la Eurozona intenta anclar las expectativas inflacionistas y evitar efectos de segunda ronda. El precio a pagar podría ser muy elevado en términos de crecimiento. Pero, de nuevo, éste no es su objetivo. También se ha retratado.
Pablo Guijarro y José Manuel Amor son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
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