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Telefónica estudia ampliar el ajuste de plantilla de tres a cinco años

Los sindicatos exigen que el ERE se vincule a un nuevo convenio que garantice que no habrá más recortes - El número final de afectados puede variar

Ramón Muñoz

Telefónica estudia ampliar de tres a cinco años la vigencia del expediente de regulación de empleo (ERE) que va a presentar esta semana y que en principio afectará a alrededor del 20% de su plantilla en España. Con esta medida, la operadora intenta acercarse a los sindicatos, al menos los mayoritarios, para la negociación de las condiciones de los empleados que se acojan al ERE, según fuentes de la negociación.

Los sindicatos ya han advertido que creen imprescindible establecer una correlación entre la negociación del nuevo convenio colectivo, que comenzó hace dos semanas, y la del ERE, aún no iniciada. En la práctica, pretenden, a cambio del sacrificio de las bajas laborales, arrancar un convenio de larga duración que blinde tanto la estabilidad como las condiciones salariales de la plantilla que se quede en la compañía, según fuentes sindicales.

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Si se amplía de tres a cinco años, también puede variar el número de trabajadores incluidos en el ERE. El presidente de Telefónica España, Guillermo Ansaldo, solo dijo en Londres que afectaría al 20% de la plantilla, unos 6.000 trabajadores, pero ese límite se puede ampliar. No obstante, como será voluntario, la incógnita sobre el número de afectados no se conocerá hasta que venza el plazo que se pacte para que los trabajadores se apunten.

La solución pasaría por ampliar el plazo de tres a cinco años para que los trabajadores que lo deseen puedan acogerse al ERE, y conjuntamente, firmar un convenio también por cinco años, en lugar de un convenio corto (de dos o tres años), como pretende originalmente la empresa. De esta forma, se garantizaría que, una vez vencido el ERE, en los dos años siguientes no habría más ajustes laborales, independientemente de la situación de Telefónica España.

El pacto del convenio facilitaría el acuerdo sobre las condiciones de salida de la empresa para los que se acojan al ERE. Sobre estas aún no se conocen detalles, salvo que la medida se llevará a cabo bajo los principios de "voluntariedad, universalidad y no discriminación". Así lo aseguró el presidente de Telefónica, César Alierta, en la junta general de accionistas del pasado miércoles.

La empresa prevé presentar la documentación del ERE a los sindicatos a comienzos de esta semana para remitirla luego al Ministerio de Trabajo. Posteriormente se abrirá una negociación entre dirección y sindicatos para intentar lograr un acuerdo en un mes.

En la justificación que debe acompañar al documento, la firma alegará causas económicas. El argumento es que el ERE es necesario para anticiparse a un entorno competitivo con precios a la baja y automatización de sistemas si la multinacional española no quiere que le ocurra como a otros grandes exmonopolios que han tenido que hacer ajustes de golpe o recibir ayudas del Estado. Eso explicaría las palabras de Alierta en la junta, donde señaló que Telefónica habría quebrado si no hubiera aplicado los ERE anteriores, recordando que ahora cuenta en España con algo más de 34.000 trabajadores, el doble de plantilla que sus competidores.

A final de 1996, antes de la liberalización, Telefónica empleaba a 67.217 personas en España. La firma, controlada por el Estado gracias al 20,2% de su capital, poseía una capitalización bursátil de 17.024 millones y no figuraba entre las 10 mayores compañías de telecomunicaciones como sí estaban France Télécom (FT) o Deutsche Telekom (DT). Tras la privatización, Telefónica fue de las primeras operadoras en reducir plantilla, un proceso pactado con los sindicatos, al que se acogieron 17.335 empleados en 1999 y 2000.

A comienzos del siglo, la burbuja tecnológica y el pago de miles de millones por las licencias de móvil UMTS provocaron pérdidas multimillonarias a las operadoras. FT y DT fueron rescatadas por sus respectivos Estados. Telefónica, con 40.659 trabajadores, lanzó en 2003 un segundo ERE entre 2003 y 2007, al que se acogieron 13.870 personas.

Telefónica argumenta que la anticipación a esos nuevos escenarios con ajustes de costes, incluyendo los ERE, y la internacionalización de la compañía, le han permitido superar a todos los exmonopolios europeos al situarse entre las cinco mayores operadoras del mundo por capitalización bursátil y garantizar su viabilidad sin pedir ayudas del Estado. Y que el ERE que quiere aplicar ahora iría en esa misma línea.

Varios trabajadores de Telefónica protestan en la junta de accionistas del pasado miércoles.
Varios trabajadores de Telefónica protestan en la junta de accionistas del pasado miércoles.J. C. HIDALGO (EFE)

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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