Stanford desaparece tras el fraude
Allen Stanford, el magnate acusado de orquestar un fraude de 8.000 millones de dólares (unos 6.400 millones de euros), está en paradero desconocido. "Sinceramente, no sabemos dónde está", reconocieron ayer las autoridades estadounidenses. Sospechan que Stanford puede haber aprovechado que no se han presentado cargos penales contra él para escapar rumbo a Antigua en uno de los seis aviones que tiene a su nombre. En ese paraíso fiscal caribeño manejaba buena parte de sus operaciones y allí tiene título de caballero.
Mientras, grandes colas de clientes asustados por el riesgo de perder sus ahorros se formaron ayer ante las oficinas de la firma de inversiones Stanford en diversas partes del mundo, como la propia Antigua, Quito (Ecuador), Panamá o Caracas (Venezuela). Las autoridades venezolanas cifran hasta en 3.000 millones de dólares (2.390 millones de euros) el dinero que sus ciudadanos pueden tener invertido en Stanford, que opera en el país con varias oficinas de inversiones y con un banco comercial que proclama no estar afectado por el escándalo. La autoridad bancaria de Panamá intervino la filial de Stanford en el país.
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