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La primera crisis del euro

Sarkozy y Merkel pactan un mecanismo de ayuda a Grecia con apoyo del FMI

Alemania logra que los préstamos de los Estados sólo se utilicen en último extremo

Tras varias semanas de cerrada resistencia, la canciller alemana, Angela Merkel, alcanzó ayer un acuerdo con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para establecer un mecanismo que permitirá concertar ayuda financiera a Grecia. La fórmula escogida prevé la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) y préstamos bilaterales de los Estados de la zona euro. El acuerdo -ratificado anoche tras la negociación por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, con los líderes de la zona euro- supone un triunfo para Berlín al recoger todas sus condiciones. El documento establece expresamente que el acuerdo "implica una financiación sustancial del FMI", como venía reclamando Merkel desde un principio.

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El texto también señala que los préstamos bilaterales de los Estados sólo operarán como "última ratio", es decir, cuando la "financiación del mercado sea insuficiente". Igualmente, se especifica que en el supuesto de los préstamos bilaterales "el desembolso será decidido por unanimidad de los Estados miembros de la zona euro sometidos a una fuerte condicionalidad basada en la valoración de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo (BCE)".

En definitiva, el mecanismo de ayuda prevé una primera intervención por parte del FMI, que ya dispone de recursos para ello, y en segundo lugar, y sujeto a muchas condiciones, actuarían los préstamos bilaterales de los Estados de la zona euro que participarían de forma mayoritaria. Fuentes del Fondo advirtieron no obstante que "el encaje del FMI es difícil, porque en este caso sólo pueden vigilar la política fiscal y no la cambiaria y monetaria que corresponden al BCE".

El texto del principio de acuerdo advierte de que el mecanismo de ayuda no proporcionará financiación con "tipos de interés subvencionados". Se tratará de establecer una línea de financiación que "incentive la vuelta a la financiación del mercado lo antes posible". Las decisiones sobre el mecanismo se adoptarán teniendo en cuenta "el Tratado y las legislaciones nacionales".

Antes de alcanzarse el acuerdo, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que ejerce la presidencia rotatoria de la Unión, había mantenido un encuentro con Merkel en el que esta le "mostró su buena disposición para encontrar un acuerdo".

Es la primera vez que el FMI interviene en la zona euro desde su constitución en 1999. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, mostró ayer su apoyo al acuerdo. No obstante, lanzó severas advertencias sobre la posible desresponsabilización de los Estados miembros que comparten la moneda única.

Trichet avisó que "sería muy malo" que los países del euro se desentiendan de su responsabilidad. En esa línea, manifestó a la televisión francesa LCP-Public Sénat: "Todo lo que vaya en el sentido de una desresponsabilización de los miembros de la zona euro es malo a nuestros ojos".

Para Trichet, "si el FMI o cualquier otra instancia actúa sustituyendo al Eurogrupo o los Gobiernos en su responsabilidad, evidentemente es muy malo".

La máxima autoridad monetaria europea manifestó: "Queremos que los países miembros de la zona euro ejerzan plenamente, totalmente, sus responsabilidades, fielmente al Tratado, en su espíritu y en su letra sus responsabilidades".

Minutos después de que el Consejo Europeo aprobase la medida, el presidente griego, Yorgos Papandreu, se felicitó de la decisión acordada, que juzgó "muy satisfactoria".

En los últimos días, destacados dirigentes del BCE, como su vicepresidente Vitor Constancio, y su miembro del Consejo Ejecutivo, Lorenzo Bini Smaghi, han mostrado su oposición a que el FMI se inmiscuya en sus tareas de vigilancia en la zona euro.

En relación con la intervención del FMI en la operación de ayuda a Grecia, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, ha señalado estos últimos días que no tenía sentido plantear "discusiones teológicas" sobre la intervención de este organismo internacional en el mecanismo de ayuda a Grecia. Barroso recordó que los países europeos son los principales contribuyentes del FMI y que esta institución ya ha prestado ayuda a Letonia, Hungría y Rumania.

La activa participación del FMI fue defendida ayer mismo por Merkel en el Bundestag, donde anunció su disposición a comprometerse "con fuerza", para que la solución fuera una combinación de la actuación del FMI y préstamos bilaterales. Merkel manifestó también su propósito de proponer a sus socios "las modificaciones necesarias en los tratados, para que las desviaciones puedan ser combatidas mucho antes y más eficazmente mediante las correspondientes sanciones".

En este sentido, señaló que este aspecto hizo notar "que el reforzamiento de los procedimientos de déficits excesivos estaba en el orden del día".

Cabe destacar que en el documento del acuerdo alcanzado por Merkel y Sarkozy se recoge textualmente que "la supervisión de los riesgos presupuestarios y económicos y los instrumentos para su prevención, incluyendo el procedimiento por déficit excesivo deben ser reforzados". A muchos países les ha sorprendido el repentino afán por el endurecimiento de las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento por parte de Berlín cuando en 2003, Alemania y Francia fueron los agentes que forzaron su flexibilización contra la posición del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes.

Nicolas Sarkozy y Angela Merkel al inicio de la cumbre que reúne a los líderes de la UE, ayer y hoy en Bruselas.
Nicolas Sarkozy y Angela Merkel al inicio de la cumbre que reúne a los líderes de la UE, ayer y hoy en Bruselas.REUTERS

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